LERMA, Méx. (EL UNIVERSAL).- Durante 51 días la familia de Liliana García Zenil, reportada como desaparecida el 10 de marzo, recorrió calles, tocaron puertas, organizaron células con vecinos y confiaron en la investigación de las autoridades; sin embargo, la menor de 10 años de edad murió atropellada el mismo día que desapareció, se encontraba en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) en Toluca, pero no fue identificada sino hasta el viernes pasado.
En entrevista Norma Isabel Dávila Rivas, tía de la menor relató que acudieron ante la Fiscalía mexiquense para iniciar la ficha Odisea por la desaparición de la niña y de acuerdo con lo informado por las autoridades, habría sido captada por cámaras de vigilancia, caminando sola en la carretera Agrícola – Analco, en Lerma.
Es así que los familiares se organizaron en grupos para dar con el paradero de la niña, aunque de acuerdo con Norma, ese mismo día se registró un accidente sobre la carretera Toluca – Naucalpan, en el que resultó atropellada la menor, que inmediatamente murió y fue trasladada al SEMEFO en la Fiscalía Central, pero no fue identificada.
«Nos mintieron, nos dijeron que estaba viva, que se veía sobre la carretera, nosotros mismos no entendemos qué hacía ella en ese lugar. Pensamos incluso que se había ido con una de sus hermanas, pero nos demostraron que no hacen su trabajo, porque la tenían muerta, desde el día que fuimos a reportarla desaparecida», reclamó.