CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Una vez más Paula Levy se ve envuelta en la polémica y causa preocupación, debido a una serie de mensajes que subió a su cuenta de Instagram, donde denunciaba violencia intrafamiliar desde hace un año, acompañando su publicación de fotografías donde se mostraban moretones en el rostro, aunque al poco tiempo fueron borradas.
«Un rato mintiéndome a mí misma, intentando convencerme de que no es abuso, que no es tan grave; por amor, por miedo, con la esperanza de que algún día las cosas cambiarían; minimizando cosas horribles que me hicieron mierda de mil maneras. Alejándome cada vez de mi familia que lo único que quería era sacarme de eso. Pero estoy lista para romper el silencio, esperando que esto pueda ayudar a alguien que esté pasando por algo similar», escribió la segunda hija de Mariana Levy (q.e.p.d.).
Luego aparecieron en sus historias un par de fotografías de ella, mostrando su rostro de abajo hacia arriba, donde se podía apreciar uno moretones en la zona de mandíbula, acompañada del mensaje: «Está difícil aceptar que es abuso cuando viene de la persona que más quieres en ese momento @maumoctezuma«.
Horas después Paula volvió a su cuenta de Instagram y pidió que no se creyera todo lo que sale en la televisión, que los programas de «chismes» sacan de contexto todo, con una imagen de su rostro serio con el cabello en las mejillas y usando una gorra blanca.
Ana Bárbara lamenta la situación
Ana Bárbara quien fuera su madrastra por algunos años, ya que contrajo matrimonio con José María Fernández padre de Paula, se manifestó al respecto en el programa Ventaneando, asegurando que le pesa mucho no poder estar cerca de ella, debido a que no es su madre biológica y que legalmente no tienen ningún derecho, pero que desea que se encuentre bien y que tanto ella como sus hermanos María y José Emilio saben que cuentan con ella en el momento que lo deseen.
En 2020 Paula, fruto de matrimonio de la fallecida Mariana Levy y José María Fernández «El Pirru», dejó la casa de su padre en Morelos y se mudó a la Ciudad de México con su abuela materna Talina Fernández, quien la recibió y le dio un espacio en su casa, pero al poco tiempo la polémica comenzó cuando el periodista Gustavo Adolfo Infante aseguró que la chica de 18 años, tenía problemas mentales, era mitómana y además había robado a su abuela, y por eso había sido corrida de su casa.
Todo esto después de que ella realizara un en vivo en la madrugada y asegurara que no tenía casa porque Talina Fernández la había corrido, que le estaban dando posada en la casa de una tía. Su abuela por su parte aclaró el asunto contando que Paula entraba y salía de su casa sin pedir permiso, y así se fue a un viaje a Acapulco, a su regreso le habló y le dijo que se sentía un poco enferma por lo que Talina le pidió se hiciera una prueba de Covid-19 para descartar contagio, ya que en ese entonces no había vacuna y sería muy grave para ella enfermarse.
Al dar positivo Paula, su abuela le pide que no regrese a casa y es ahí cuando la chica asegura que es una mujer sin hogar.
Un año después Talina Fernández explicó que trató de comunicarse con su nieta sin respuesta alguna, pero sabía que se había ido a vivir con su novio y esperaba que algún día regresara.