“Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones
y traidores, no es víctima, es cómplice”.
GEORGE ORWELL
El martes 31 de agosto del 2021 el señor López Obrador puso en marcha el programa social Gas Bienestar, con la finalidad de “resolver” la volatilidad de los precios y contenerlos, ofreció vender gas LP a precios más bajos que los del mercado, “mientras se establece un mecanismo de precio máximo, que lo vamos a establecer, también ya estamos preparando la creación de una empresa para distribuir gas a precio justo. Gas Bienestar, se va a llamar y se van a vender cilindros de gas de 20, de 30 kilos, a precios bajos en las colonias”.
Se creó una empresa de Estado al vapor para competir con los empresarios privados a los que acusó de abusivos y acaparadores, sin tomar en cuenta un factor fundamental que es externo: sostenemos una dependencia con el extranjero porque compramos el 68 por ciento del gas, por lo que la decisión obedeció a un impulso irracional tratando de frenar la carrera alcista de los precios internacionales del energético que no puede topar ni por ley, porque entonces tendría que subsidiar el Estado el diferencial al precio que quisiera ofrecer al consumidor.
Tal vez, y otorgando el beneficio de la duda, el proyecto de haberse realizado dentro de un marco de razonabilidad, planeación y soporte financiero, hubiera sido un paliativo —que no solución— a la inflación y pérdida de capacidad adquisitiva de las familias más pobres, pero no fue así. Gas Bienestar es otro “elefante blanco” del que ya no hace mención ante el evidente fracaso.
Ese día del arranque del programa Gas Bienestar se informó que la empresa estaría a cargo de PEMEX, con cobertura nacional, arrancando en la CDMX, para dar paso a Tabasco y Veracruz por compromiso presidencial.
De acuerdo a la información de la página (que no está actualizada) de Gas Bienestar, las operaciones de venta de cilindros de gas se dieron en la alcaldía Iztapalapa y “continuarían” en Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta. Dentro del cúmulo de bondades que tendría Gas Bienestar, se anunció la implementación de una app para teléfonos, con la finalidad de monitorear los camiones repartidores del Gas Bienestar en tiempo real, lo que a la fecha no existe.
Hasta el momento, de acuerdo a medios de comunicación, el proyecto no ha pasado de unas cuantas alcaldías en la CDMX y a un precio ligeramente por debajo de los precios de los distribuidores privados.
En Palacio Nacional no se quiere reconocer que la empresa carece de capacidad para la distribución masiva de cilindros de gas LP, de insuficiente infraestructura, de unidades de reparto, de cilindros y personal, cuestión que confirmó el director de PEMEX a casi dos meses que entró en operación en la primera alcaldía de la CDMX.
En octubre del 2021, Octavio Romero Oropeza, director de PEMEX y responsable de la empresa Gas Bienestar, declaró que su preocupación era que no se contaban con los cilindros suficientes y que esto no permitía avanzar a la velocidad deseada.
Asimismo, la falta de recursos de la petrolera han sido una barrera; a finales del año pasado el directivo indicó que se tenía la autorización del Presidente para hablar con la Secretaría de Hacienda. De acuerdo con los cálculos de PEMEX, el proyecto de Gas Bienestar requiere de 23,000 millones de pesos entre 2022 y 2024 para su operación.
Analistas financieros señalaron que la creación de esta empresa para la distribución de gas LP sería una presión más para las finanzas públicas del país, ya que una vez más se iban a destinar recursos que pueden emplearse en otros rubros como salud, educación e infraestructura; uno de los que advirtieron esto fue el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El Gobierno federal sigue inyectando miles de millones de pesos al “rescate” de PEMEX, pero a la vez añadiéndole más compromisos, como lo es Gas Bienestar, para cumplir con la “labor social”.
A casi un año del arranque de la empresa Gas Bienestar y ante el evidente fracaso de la ocurrencia presidencial, el señor López no la ha vuelto a mencionar.