Recientemente ha tomado auge la industria de la vanidad en Aguascalientes, pues aseguran que así lo exigen los tiempos actuales, en una época en la que la apariencia parece serlo todo.
Cierto, cada vez es más fácil tratar de detener el paso del tiempo y lucir, tanto hombres como mujeres, cuerpos estéticos, según los estándares de cada quien, y si se tienen los recursos y las ganas de mejorar físicamente por qué no hacerlo.
Peeeero, siempre hay un pero, lo ideal es realizarse un procedimiento en el que intervenga el bisturí de especialistas indicados, que estén certificados por las diferentes asociaciones médicas, que tengan la preparación y equipo suficiente para solventar cualquier eventualidad en los quirófanos; en fin, que estén en manos expertas.
Con la variedad que hay en cirugías para adelgazar, para verse joven, escultural, sin manchas, con abdominales, con menos cachete y papada, o con pómulos pronunciados, labios inflados, absolutamente todo se puede hacer teniendo los recursos y una buena salud, pero no faltarán charlatanes que no tengan la preparación adecuada, y ése es el problema, no el que la gente se quiera ver bien, sino que caiga en las manos equivocadas.
Ejemplos abundan, y tal vez mucha gente no lo recuerde porque sucedió hace muchos años, pero hay una cantante de ranchero, Lucha Villa, que casi queda en el quirófano al someterse a una cirugía estética, y si bien logró salvar la vida, no quedó en las mejores condiciones físicas ni mentales, pues depende de cuidados para sobrellevar su situación; y como ella, muchos, incluso varios han quedado en el quirófano, pues no realizaron el procedimiento con las personas adecuadas; o qué tal la vedette Lyn May, a quien le deformaron el rostro; o Alejandra Guzmán, que estuvo al borde de la muerte porque le inyectaron plástico en el trasero, y como ellas, muchas.
Mención aparte son las cirugías no necesariamente por estética, sino las que se ocupan tras un accidente, una quemadura, después de una mastectomía, en fin, infinidad de procedimientos necesarios que se realizan y no precisamente por vanidad, pero otra cosa es el ansia de querer verse bien, espectacular, al costo que sea, y he aquí la incoherencia, pues quieren verse bien a un precio bajo y lo bueno cuesta.
Incluso hay médicos conscientes de la situación económica actual y ofrecen increíbles facilidades de pago, hasta en tandas, para quienes no tienen los recursos abundantes, por lo que son una buena opción.
Creemos que en el asunto de la vanidad mucho tienen que ver las redes sociales, pues la mayoría de la gente las toma como un referente de vida, donde ‘triunfas’ si eres joven y guapo, cuando en la mayoría de los casos es un espejismo, es tan sólo vanidad; entonces el mundo cibernético no ayuda a dimensionar la realidad, pues en teoría uno debe de aceptarse como es, con defectos, sí, pero muchas virtudes, y más en estos tiempos en los que también abundan los tratamientos no invasivos.
Ojo, no satanizamos las cirugías estéticas, porque no es algo malo querer verse bien y sentirse mejor, pero si tiene la posibilidad de realizarse cualquier tipo de procedimiento que sea con las manos adecuadas, que afortunadamente abundan, esas manos que hacen milagros para el bienestar del paciente.
El ansia de verse y sentirse joven no debería ser a cualquier costo, pues si bien la mejor recomendación es de boca a boca, lo ideal sería pedir los documentos que avalen que sean cirujanos plásticos certificados los que hagan magia con las manos y para quienes no tienen el acceso monetario nunca faltan las cremas, el maquillaje, el consejo de las abuelas, pero hay que tener siempre en cuenta que no es posible aparentar 30 años cuando se tiene el doble de edad.
El paso del tiempo es inevitable y lo más sano sería aceptarlo con dignidad, porque el mejor consejo lo tenemos al alcance de la mano, y es tener una buena vida, aunque suene a utopía, con la mente, el cuerpo y el corazón sanos, pero si se puede y se tiene ¿por qué no hacerlo?