Como nunca, se siente con intensidad casi inédita la vida política del país, y lo que hace y dice del Presidente para abajo es objeto de críticas, pues así es el cambio en la sociedad mexicana, a la que ahora nadie puede callar.
En estos tiempos de redes sociales, donde el anonimato se hace presente, también es fácil atacar sin fundamento, pero lo que se publica en las diferentes plataformas mucha gente lo cree a pie juntillas, y he ahí los malos entendidos.
El Presidente en turno recibe ataques, críticas, pero también las hace él, y el que se lleva se aguanta, pues generalmente él empieza y la respuesta de quien se siente agredido, sobre todo en las mañaneras, no se hace esperar.
López Obrador tiene muchos frentes abiertos en absolutamente todas las áreas, pues se ha dedicado a acotar, a señalar, a revivir cosas del pasado, y creemos que le quitan tiempo a temas de interés nacional que deben ser prioridad, pero ése es su estilo, y las consecuencias serán para él y para el partido que lo respaldó en sus ansias de poder.
Lejos está cuando la figura presidencial era intocable, y los no tan jóvenes recordarán que, por ejemplo, en una visita del jefe del Ejecutivo se suspendían las clases, se le hacían vallas y nunca era tocado ni por el pétalo de una rosa.
Ahora todo es diferente y, por mencionar uno de muchos ejemplos, una senadora, por cierto anteriormente muy ligada a Andrés Manuel López Obrador, es ahora una fiera crítica del Presidente, al que de plano llamó narcotraficante, algo que debería de corroborar si tiene las pruebas necesarias, porque no se vale decir después: usted disculpe.
Cierto, las declaraciones del actual Mandatario levantan polémica siempre, por su manera diferente de ver las cosas, por soslayar los problemas del país, pero una acusación tan seria debería tener consecuencias, para bien o para mal.
Pero el Mandatario no es el único sometido al escrutinio público, y como nunca ser político no es sinónimo de impunidad y respeto, y para muestra, muchos botones: ex-gobernadores de diferentes partidos están tras las rejas, casi todos por enriquecimiento ilícito, varios más están siendo investigados y el resto está en capilla.
Es obvio, pues el fuero no dura para siempre, afortunadamente, queremos así creerlo, la justicia llega tarde o temprano, pero mientras tanto lo que cuenta es la opinión pública, pues la clase política, la mayoría, está ahí gracias a la gente que le otorgó su confianza mediante un voto.
Éstas son lecciones que deberían aprender todos los actores políticos, ya que en Aguascalientes y en otras 5 Entidades habrá una jornada electoral interesante, y particularmente en nuestro Estado porque se vivirá una inédita elección en la que se votará por la primera mujer gobernadora, por lo que deberían los políticos tomar experiencia de otros y ser cercanos a las necesidades de la gente, que es la que los pone ahí.
La sociedad cambia, y aunque no siempre para bien, es muy bueno que ahora tenga voz y voto para manifestar su opinión, lo que abre una ventana para señalar lo que se espera de ellos, pues así no habrá margen de error.