La implementación de la Ley Seca por la jornada electoral cada vez es más ignorada, pues quien decida ir a votar lo hará con o sin alcohol, y quien decida agitar las aguas para hacer complicado el proceso electoral lo hará con o sin y a pesar de la Ley Seca, así lo expresó Cristóbal Montoya Avendaño, empresario del gremio de la Asociación de Antros, Bares y Cantinas. Añadió que es necesario dejar de satanizar el tema del alcohol y más bien promover la cultura de la responsabilidad, moderación y civismo, ya que al final salen afectadas las miles de familias que viven de estos negocios.
En ese sentido, mencionó que en todos los negocios se ven afectados los meseros, garroteros, valet parking, así como proveedores y quienes viven de eso, pues el hecho de cerrar diez minutos antes de las 12 de la noche incluso implica que algunos mejor ni abran, pero como ya es conocido, se incrementa la venta clandestina o hay quienes se prepararan y hacen sus compras con antelación y no faltará quien se accidente o lo detengan con aliento alcohólico. Entonces, “considero que el prohibir no es la solución, no ayuda en nada y, al contrario, afecta mucho a la reactivación de la economía, habrá que revisar muy bien qué implica y en qué afecta en tema de elecciones una Ley Seca”, dijo.
Asimismo, reiteró que es un tema que se ha dejado de lado, pues quien quiere tomar lo hace, por lo que podría considerarse que se abran los establecimientos una vez concluida la jornada, es decir que a las 6 de la tarde se permita que todo entre en funcionamiento; no obstante, reconoció que tal vez en un momento de la historia cuando se propuso les resultaba positiva, pero en estos momentos ya resulta hasta absurda, por lo que no estaría de más que se analice y se revise.
Incluso, comentó que los salones de fiestas están abiertos, en algunos municipios se desarrollan partidos de futbol, beisbol y se tiene fácil acceso al alcohol, ya que hasta cierto punto el decirles que está prohibido los incita a comprar y consumir, pero eso pasa cada vez que se aplica una Ley Seca y las jornadas electorales se desarrollan con normalidad. Entonces, ojalá que se revise, ya que al final los que salen más afectados son los negocios formales y nuestros colaboradores y trabajadores, refirió.