Se trató de un proceso inédito, Aguascalientes fue el único estado en donde contendieron exclusivamente mujeres. No existe antecedente histórico que así haya sucedido.
Lamentablemente la contienda entre mujeres se caracterizó por las constantes agresiones, descalificaciones, denuncias, sanciones y medidas cautelares emitidas por el Tribunal Electoral. Fue notorio que las campañas de las contendientes no fue precisamente ejemplo de civilidad, al contrario, salvo honrosa excepción; Tere aplicó la paremia popular “a palabras necias oídos sordos”.
Para llegar a la candidatura las mujeres tuvieron que pasar varias aduanas en los partidos políticos, comienzo por el PAN, porque se trata del partido en el poder; el gobernador Martín Orozco hizo todo lo que a su mano estuvo al alcance para impedir que Tere Jiménez -a quien atacó y descalificó consistentemente- no llegara como candidata, lo único que logró fue distanciarse con el dirigente nacional a quien le filtró un audio en el que reconoce que Aguascalientes sería el único estado que ganaría. Tere se impuso.
En el mismo partido surgieron tres aspirantes; Tere Jiménez, Martha Márquez y Toño Martín del Campo. De la triada panista solo dos tenían posibilidades reales; La actitud beligerante de Martha le hizo desandar el largo camino que tenía pavimentado en el PAN, terminó abjurando al blanquiazul para cobijarse en una extraña coalición de partidos de izquierda aliados de MORENA pero que en Aguascalientes se negaron a formarla; Por su parte Toño Martín del Campo, quien aseguraba estaría en la boleta electoral, ya fuera en el PAN o en Movimiento Ciudadano, partido donde exploró posibilidades de contender finalmente no lo cautivó; Vendría una escalada de enfrentamientos verbales entre Tere y Toño por la determinación del método para seleccionar la candidatura, los resultados de las encuestas a las que aceptaron someterse como método solo rasparon más las delgadas capas que amalgamaban a las corrientes del panismo. La dirigencia Nacional intervino y decidió por quien desde un año antes se sabía sería la abanderada. Las aguas volvieron a madre y aunque forzado, el gobernador acudió al evento de arrope de Tere Jiménez como candidata mientras que Toño se imantó a la campaña de Tere.
En el partido MORENA, las cosas estaban igual que en el PAN, seis aspirantes buscaban la candidatura; Las ‘encuestas’ darían el primer lugar a Arturo Ávila, seguido de Nora Ruvalcaba, Aldo Ruíz y Ricardo Rodríguez seguían en preferencias. La dirigencia nacional se decantó por Nora en aras de la equidad de género. En realidad la candidatura sería un acomodo de género por la designación de candidatos en los estados que consideraban sí ganarían. Arturo y Aldo públicamente se sumaron a Nora, no así Ricardo. Nora ya como candidata no desaprovechó las oportunidades para lanzar dardos envenenados a Tere, el continuo bombardeo le dio algo de crecimiento en las preferencias electorales que le costaron multas y sanciones, pero el verdadero reto de MORENA subyace en superar el nivel de participación magro que tuvieron en la pasada revocación de mandato, evento en el que los estimados de participación –tomando en cuenta el padrón de beneficiarios de programas sociales se diluyeron en un 50 por ciento.
En Movimiento Ciudadano estiraron la liga esperando a Toño Martín del Campo, el plan ‘B’ fue Anayeli Muñoz, comunicadora, ex-jefa de comunicación de la presidente priísta Lorena Martínez y diputada del Partido Verde. Anayeli producto de otro jaloneo de grupos al interior del partido naranja abrió plaza denostando a Tere, logró subir puntos de inmediato en las preferencias, hasta ahí llegó y le valió la sanción del Tribunal electoral, seguiría con descalificaciones hacia la candidata puntera, en el debate al que asistió Tere no desperdició oportunidad para ello, pero ya no creció en las preferencias.
El caso de Martha Márquez es patético, tenía todo para continuar en la palestra política en su partido (PAN), combativa en tribuna, arengaba a sus compañeros homólogos para hacer segunda en contra de MORENA a quien metafóricamente les llamaba asesinos, por negar recursos para las quimios de niños enfermos de cáncer, lloraba en tribuna el crimen con su bebé en brazos. Al no alcanzar la candidatura de su partido por no figurar como aspirante seria, comenzaría una campaña de denostación contra el instituto político que la llevó al senado, lavando la ropa sucia en la tribuna legislativa, la comentocracia sentenciaría que Martín Orozco le daría oxígeno en la alianza de los partidos PT y Partido Verde. La estéril e inicua alianza quedaría en papel, sin fuerza, como barco sin rumbo, sin apoyos, sin estructura, un día organizaban un evento al otro lo cancelaba. Martha recurriría a los lixiviados del hígado inflamado por el desdén de su partido para enviarlos en epítomes calumniosos contra Tere. Al final su tragicomedia terminaría engulléndola, saltó del barco de arropo bipartidista para subirse al del enemigo, MORENA la acogió como la hija pródiga que buscaba redimir sus yerros, aunque como señala la parábola, a Martha no le mataron el novillo cebado y se acogió a MORENA sin capital alguno, nada que aportar en la elección, solo la gráfica del momento que se imprimió.
Natzielli y su partido transitó sin pena ni gloria, descolló al denunciar a la hija de Nora por la propiedad de Villa Blanca, su paso por la historia será haber sido la quinta candidata.
La lección que nos deja es que la política a las mujeres, las hace igual.