En MORENA andan lo que sigue de activos, pues apenas ha transcurrido poco más de medio sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y sudan calenturas políticas por elegir al que lo sucederá en la Presidencia de la República.
Hay personajes clave que por su activismo, pero sobre todo por los espaldarazos del jefe, se perfilan para ser presidenciables, como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Tatiana Clouthier más los que se acumulen esta semana.
Hay otras personalidades que han levantado la mano en el partido del Presidente, pero tienen pocas o nulas posibilidades, por ejemplo Ricardo Monreal, quien fue mucho tiempo mano derecha de AMLO, tiene prácticamente las puertas cerradas pues el Mandatario poco a poco le fue quitando reflectores.
Incluso ayer el Movimiento de Regeneración Nacional llevó a cabo un mitin en Toluca, donde se dio a conocer el método de elección para sus candidatos a elecciones en el Estado de México y la Presidencia; y el que haya ocurrido en la capital mexiquense tiene un significado: en ese Estado nunca han vivido la alternancia, pues siempre ha dominado el Partido Revolucionario Institucional.
Incluso, el presidente nacional del partido, Mario Delgado, anuncia que dentro de un año se hará una encuesta para elegir al candidato de ‘unidad’, aunque ya sabemos, y no es cuestión de partidos, que el que no quede no lo va a aceptar tan fácil y se hará necesaria una operación cicatriz, como sucede siempre que hay un ganador y varios perdedores.
Por lo pronto MORENA lleva la delantera por varias razones, primero, porque es el partido del Presidente, quien es actualmente el hombre más poderoso, políticamente hablando, del país, pero también porque en el PRI, antes invencible, se vive una guerra interna donde todos han salido perjudicados, especialmente los candidatos que han intentado conservar algún puesto político y que les han sido arrebatados con gran facilidad.
Incluso Alejandro Moreno, actual presidente nacional del PRI, es cuestionado una y otra vez porque durante su dirigencia han perdido casi todas las elecciones, excepto Aguascalientes, donde hizo coalición con PAN y PRD, y en unidad obtuvieron la gubernatura para Tere Jiménez Esquivel, quien ayer recibió su constancia de mayoría.
En el PAN parece que las aguas están tranquilas, por encimita, y aunque algunos de sus militantes han levantado la mano para el siguiente proceso electoral, todavía no se definen métodos de elección.
En los otros partidos, que ya son la morralla, como dijera el ‘Jefe’ Diego, pocas o nulas posibilidades tendrían de tener un candidato presidencial ganador, pero no hay que quitarle la vista a sus cuadros, pocos, pero destacados, como Luis Donaldo Colosio Jr., actual alcalde de Monterrey; el gobernador Samuel García y hasta el mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro.
En fin, mucha agua falta todavía por correr y nos llevaremos, en los poco más de 2 años que faltan, algunas sorpresas, porque en política, como en beisbol, esto no se acaba hasta que se acaba, y porque el Presidente, poco a poco, sigue destapando sus ‘corcholatas’.