Las cosas siguen mal en los hospitales del IMSS, pues la falta de personal e insumos está provocando que las cirugías que ocupan las personas hospitalizadas se tarden hasta 21 días y que los estudios radiológicos se difieran más de la cuenta, en perjuicio de los derechohabientes, aseguró el representante de los trabajadores en el Consejo Consultivo del Seguro Social, Raúl Vázquez Valdez.
Sí se ha mejorado mucho en lo que es el abasto del cuadro básico de medicamentos que maneja la institución, sin embargo subsiste el delicado problema del retraso en las cirugías, al grado que pacientes hospitalizados tienen que permanecer internados más de lo debido porque no hay cirujanos o porque existe saturación en las salas de operación, explicó.
Ocurre lo mismo en el caso de los estudios oncológicos y de las placas radiológicas, servicios que se siguen postergando en perjuicio de los derechohabientes y en no pocos casos de su salud que se deteriora porque no se les hace el diagnóstico con oportunidad, puesto que tampoco hay presupuesto para lo que es la subrogación de esos servicios que necesitan los pacientes.
El consejero del IMSS señaló que las autoridades nacionales y locales del Seguro Social están realizado un esfuerzo importante para evitar que vuelva el problema del desabasto de medicamentos e insumos que se padeció por un período muy prolongado, sin embargo no se ha podido revertir la problemática de los tiempos en lo referente a las cirugías, estudios radiológicos y en otros servicios que son esenciales en los hospitales.
“La gente que está hospitalizada y que necesita de alguna operación tiene que permanecer en cama entre 15 y 22 días con todo lo que eso representa para el paciente, su familia y la misma institución, debido a que no se cuenta con el personal o con los insumos que se necesitan en los quirófanos, provocando el malestar de los derechohabientes”, mencionó el también secretario general de la Sección 2 del Sindicato Ferrocarrilero.
Sostuvo que este problema se le suma al de las fallas que se tienen en la programación de las cirugías o de los estudios radiológicos, toda vez que no son pocos los derechohabientes a los que se les cambia la fecha del servicio que requieren o que les fue ordenado por el médico como parte del procedimiento para restablecer la salud o para tener un diagnóstico certero sobre el problema de salud que presenta el paciente.