Probablemente a usted, estimado lector, también le tocó enfrentar de primera mano el reto que supuso para los jóvenes estudiantes enfrentarse desde marzo del 2020 a tener clases en línea, y aunque el esfuerzo de escuelas y profesores fue titánico por tratar de mantener el nivel y calidad del aprendizaje de sus pupilos, lo cierto es que por dos años, el ir a la escuela se convirtió en una constante lucha con el “prende la cámara”, “se fue el internet”, “no escucho”, “de perdido ponte la pijama”. Y lo cierto es que, el día de hoy, notamos que nuestros hijos no aprendieron tan bien como esperábamos, pasaron dormidos, jugando videojuegos o haciendo cualquier otra cosa en vez de estudiar estos dos años.
Y llega el momento de enfrentar una nueva realidad y preguntarnos: ¿están mis hijos listos para enfrentar el siguiente reto escolar, llámese secundaria, bachillerato o profesional? Y si respondemos con toda franqueza, la respuesta es que probablemente no lo estén y lo que nos causa angustia como padres es que no hay culpables de esta situación, todos somos “víctimas de las circunstancias”.
Pero y ahora, ¿Qué podemos hacer? O mejor aún, qué debemos hacer para asegurar que nuestros hijos tengan la capacidad de superar ese inevitable retraso no sólo académico, sino también social y emocional, porque nuestro mayor deseo es que logren ser exitosos.
La psicóloga Angela Duckworth, profesora de la Universidad de Pennsylvania, acuñó el término GRIT y su escala, para poder esclarecer por qué algunas personas tienen éxito y otras no, ya que el talento no garantiza el éxito, es necesario además tener pasión y perseverancia por lo que se hace. Veamos por ejemplo a Cristiano Ronaldo, que sin duda tiene talento para jugar futbol, sin embargo es la pasión y la perseverancia lo que lo llevaron a entrenar y perfeccionar su técnica y tener la disciplina que lo han convertido hoy en el icono deportivo que es.
Ahora bien, ¿Cómo podemos lograr que nuestros hijos se apasionen y sean perseverantes, si además de no haber desarrollado su talento al máximo durante dos años, carecen de cosas que los apasionen? La respuesta, aunque resulta sencilla, tiene una solución un poco más compleja… ENTORNO. Como adultos debemos buscar, propiciar y generar un entorno para nuestros hijos donde encuentren personas que los inspiren a encontrar interés en algún tema, pudiendo mantenerlo, para llevarlo a la práctica para poder, como lo hizo Ronaldo, practicar diariamente con un balón de futbol o lo que sea que inspire a nuestros hijos.
Encontrar el ENTORNO adecuado para nuestros hijos implica comprometernos a buscar mejores escuelas enfocadas en su desarrollo, a motivarlos a participar en concursos de ciencias, deportes o discursos, a llevarlos y apoyarlos allá donde podamos generar el mejor entorno para su desarrollo y éxito profesional.