En entrevista con el periodista José Luis Morales, joven madre narró el calvario que sufrió el pasado lunes en el Hospital General de Zona número 1 cuando se registró un fatal apagón.
La madre primeriza con apenas 17 años se sumó a las estadísticas de tantos mexicanos que sufren por negligencias, falta de medicamentos, atención y malos tratos en el Seguro Social.
La joven estudiante ingresó al hospital por ruptura prematura de membranas y al estar ya considerada como paciente se le notificó que su Seguro no cubría el cuidado del bebé y en caso de que éste lo llegara a necesitar por ser prematuro le explicaron que el bebé se quedaba sin cobertura y todos los gastos de él ascendían por noche a cerca de 21 mil pesos.
En el calvario recorrido, explicó que ella ingresó el 21 de junio aproximadamente a las nueve de la mañana y se le mantuvo en esquema de maduración pulmonar para el bebé por dos días, después se le practicó una cesárea, el niño nació de 32 semanas y presentaba complicaciones respiratorias, sus pulmones estaban trabajando pero le estaba costando, por lo que en el momento del traslado del quirófano a recuperación se le introdujo un aire que le ponchó uno de los pulmones, entonces se le comunicó que solamente necesitaría oxígeno y lo pusieron en la sala de bebés prematuros.
Posteriormente, a ella la pasan a piso y se le dijo que estaba bien y estable. Pasando el tiempo de recuperación a ella la dan de alta, el bebé se queda en el Seguro y es ahí donde empezó la angustia y la incertidumbre, pues se deben respetar los horarios de visitas pero en los lapsos nadie sabe dar información.
El domingo pasado, en los dos horarios estipulados, a las 12 y a las 5 no pudieron pasar a la visita, no obstante le pidieron un medicamento pues en el Seguro no se tenía. La madre lo llevó el lunes temprano, el “lunes negro”, el día que falló la luz y que ya anunciaba la tragedia, pues ya empezaban las fallas eléctricas, se empezaba a cortar la luz en el Seguro; ella entregó el medicamento y se retiró, pues hasta las doce podría pasar a ver a su bebé.
Regresó a mediodía y tampoco la dejaron entrar, se acercó una doctora y le dijo que el bebé había evolucionado con el medicamento que había entregado en la mañana, que incluso ya se le había bajado el oxígeno y aún contaba con el medicamento para controlarlo.
Entonces a las cinco de la tarde era la nueva cita para ver al bebé. Cuando regresaron el hospital ya era un caos, el personal estaba desorientado, todos se movían, iban de un lado a otro, los focos parpadeaban y de pronto se fue la luz en todo el hospital, en todo, en urgencias, pediatría y en el pasillo en donde se encontraban empezó a salir humo negro, muy llamativo en color y en olor, y como a la media hora les pidieron que se bajaran y salieran para evitarles algún daño, pero las enfermeras seguían de un lado a otro, sólo pedían que se tuviera calma.
El elevador ya no funcionaba, ella recién operada tuvo que bajar y subir escaleras infinidad de veces. Aquello era un caos total, y todo porque no había luz y la planta de emergencia no jalaba; algunos pacientes que estaban trasladando ya se quedaron estancados en el elevador, el personal sólo veía lo que pasaba pero nadie daba respuestas.
“Nunca nos dijeron lo que estaba pasando, había mucho movimiento del personal, a las cinco y media decían que todo estaba bien y que todo estaba en sus manos y bajo control, nos pidieron que saliéramos de la caseta”.
Afuera totalmente de las instalaciones esperaban respuestas. A las seis y media o siete le marcaron por teléfono, le dijeron que la necesitaban urgentemente porque el bebé iba a ser trasladado, una instructora le dijo que sería trasladado a la Clínica 2 por el problema de la luz, pero después ella recibió otra indicación y no hubo tal traslado, y ya de plano le pidieron que pasara con la trabajadora social. Eran ya eran aproximadamente las 7:50 de la noche cuando el pediatra le dijo: “sabes qué, necesito que te relajes, entre las 4:30 a 5 de la tarde el bebé empezó a tener problemas para respirar más frecuentes y le dio un ataque pulmonar por falta del ventilador que necesitaba tener conectado”, y que según se le ayudó manualmente.
Pero como a las 5:50 le dio un ataque cardíaco, se le intentó reanimar, no se pudo hacer nada y a las 6:25 se declaró como muerto.
A ella le dieron respuestas y le comentaron el fatal desenlace de su bebé hasta las 7:50 de la noche.
Reiteró que esto ha sido un gran golpe, el cual no acepta porque el bebé presentaba una evolución, por lo que de una hora a otra no puede entender que haya fallecido.
Ante tal negligencia, comentó que se puso la denuncia ante la Fiscalía. El bebé se encuentra en el SEMEFO para confirmar que fue muerte por negligencia, recalcó que es un acto en donde hay muchas dudas, muchos cuestionamientos, impotencia y, sobre todo, dolor.