CIUDAD DE MÉXICO, julio 5 (EL UNIVERSAL).- Pese a las donaciones que la fundación Black Jaguar-White Tiger solicitaba a través de su página oficial para el cuidado y manutención de «grandes felinos«, las condiciones en las que fueron encontrados los animales causaron polémica y descontento en redes.
En su página oficial, la fundación asegura ser una organización sin fines de lucro que busca «inspirar» a las personas a que se involucren en la conservación de los felinos.
«Como seres vivos todos compartimos este Planeta, y para crear un mundo mejor para todos, debemos trabajar juntos.
Trabajando juntos hacia un futuro que utilice el poder del Amor, la bondad y el conocimiento de que todos los seres vivos deben ser tratados con respeto. Ayúdanos a cambiar el mundo hoy», es el mensaje la fundación utilizaba para recaudar fondos.
Un vistazo a la página basta para comprobar que la fundación habilitó distintos planes para donar.
También ofrecían la opción de patrocinio, donde entregaban un certificado de patrocinio digital, una
«hermosa» fotografía digital dedicada de su bebé apadrinado.
El paquete de patrocinio agregaba una publicación de Instagram de tu bebé apadrinado, camiseta exclusiva mensual, colaboración con el mejor artista de Pop-Up Store y la impresión de pata fundida.
Otra de las opciones señala un video de nosotros alimentando a su bebé etiquetándolo a usted como patrocinador mensual.
«Tu donación salva vidas. 500 animales rescatados te necesitan. Enlace activo para donar en nuestra bio. Gracias», se lee en publicaciones de redes de la fundación.
—Exhiben maltrato
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México A.C. (AZCARM) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República contra la fundación Black Jaguar-White Tiger, operadora de un refugio para grandes felinos ubicado en la zona del Ajusco.
De acuerdo con testimonios recibidos en la asociación por parte de extrabajadores de la fundación, ésta recibió un permiso en 2016 para la instalación que un predio de manejo de vida silvestre de forma confinada fuera de su hábitat natural (PIMVS) en el kilómetro 36 de la Carretera Picacho Ajusco, Santo Tomás Ajusco, en la que llegó a albergar a más de 300 felinos.
No obstante, perdió dicho registro por lo que tuvo que trasladar a los animales a otro predio cercano que no cuenta con permisos ni medidas de seguridad para albergar felinos silvestres.
La fundación tampoco cuenta con planes de manejo de vida silvestre, legal procedencia de los ejemplares, marcajes adecuados ni con ningún tipo de medidas sanitarias de bienestar para los animales, incumpliendo completamente con la normatividad vigente, señala la asociación de zoológicos y criaderos.
«El día de hoy por un amplio material fotográfico y videográfico aportado por extrabajadores de la fundación sabemos que los cientos de grandes felinos se encuentra en deplorables condiciones de abandono; sin alimento, sin cuidados médicos y sin espacios adecuados para su subsistencia. Muchos de ellos presentan heridas expuestas y diversos niveles de desnutrición.
Incluso existen evidencias de que varios ejemplares ya han muerto de hambre y otros han perdido la vida al desangrarse por comerse y arrancarse su propia cola. De acuerdo con los terribles testimonios, algunos animales han sido sacrificados, mientras que otros han llegado a devorarse entre ellos», señala la denuncia presentada ante la autoridad.