“Ten cuidado con las personas que te dicen lo honestas que son”.
Jackson Brown
Inflación, desaceleración económica, inseguridad, territorios ocupados por los narcos, robo de combustible, cobro de piso, migración desenfrenada, disminución de la inversión, desempleo, crisis de salud, reclamos internacionales, reclamos de la Iglesia, corrupción, carencia de medicamentos, violaciones a las leyes, desastres naturales, reiteradas agresiones a periodistas, sacerdotes y opositores así como actos anticipados de campaña del partido en el poder, son algunos de los problemas que aquejan a la nación que no son abordados por el presidente López Obrador en sus conferencias matutinas.
La perorata de las mañanas, salvo honrosas excepciones, está armada con ‘periodistas de quincena’, que previamente tienen el script de las preguntas, y el oneroso equipo de producción tiene previamente preparado el video, la canción, la caricatura o la gráfica al Twitter del personaje a atacar.
Los periodistas que fungen de comparsa tienen la función de ‘sacar’ a flote un tema lo mismo inverosímil, irrelevante, o la filtración contra un político, que aunque vivan en CDMX ‘conocen al detalle’ la situación muy particular de una región remota del país y del político objetivo del dardo envenenado que lanzará el redentor del palacio en su homilía del día.
Pero nunca se abordarán los verdaderos problemas del país, al contrario, el millonario set de impacto nacional es utilizado para crear y recrear cortinas de humo, distractores, shows que lancen la mirada, la atención y la opinión de la prensa nacional hacia la cancha contraria.
Las críticas a la inauguración de la ‘primera etapa’ de la refinería de Dos Bocas, de la que se señala en medios ya erogó el doble del presupuesto anunciado, una fecha de terminación sin fecha, una corrupción magna y la inutilidad de la obra para cuando refine al 100 por ciento, la tapó con la iniciativa de eliminación del horario de verano y lo más inverosímil, desmantelar la estatua de la libertad si no liberan a Julian Assange, fundador de Wikileaks, pidiendo a las autoridades estadounidenses le entreguen un indulto. “Si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan a pena máxima y a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la estatua de la libertad”, tema que tratará con Joe Biden en su próxima visita a Washington el 12 de julio.
La semana la cerró con el ex-presidente Enrique Peña Nieto, al que acusaron de realizar operaciones ‘irregulares’ durante su mandato. La bola ensalivada que lanzó en contra del ex-mandatario federal y ex-gobernador mexiquense tiene diversos objetivos; distrajo por enésima ocasión la atención sobre su ruinoso y pésimo desempeño gubernamental, pretende frenar la movilidad del poderoso grupo Atlacomulco advirtiendo que tiene ‘parque’ para hacerse del Estado de México en la elección del 2023, el bastión político más importante después de la Ciudad de México, donde perdió nueve de quince alcaldías.
Busca el Presidente desvencijar al mejor aliado del PAN para la elección presidencial del 2024. Con el obús lanzado a Peña, López busca refrendar su discurso anticorrupción que en casa no ha operado pero sí en la ajena, presentando a un PRI corrupto. A la tarea de enlodamiento se sumó la gobernadora de Campeche Layda Sansores que tiene pleito casado con el presidente nacional del PRI Alejandro ‘Alito’ Moreno, al que cada semana le filtra audios grabados de conversaciones en oficinas o llamadas telefónicas, sin que la Fiscalía General de la República se exprese en el sentido de investigar el delito cometido por las grabaciones fuera de ley, lo que sí hizo con las grabaciones del fiscal con abogados y el padre de Emilio Lozoya. Las grabaciones que la gobernadora ha presentado dibujan a un ‘Alito’ millonario, abusando del erario, organizando evasión de impuestos, acaparando terrenos, expresándose despectivamente de prominentes empresarios y periodistas.
En la otra esquina está Miguel Ángel Osorio Chong, ex-gobernador de Hidalgo y ex-secretario de Gobernación, que junto a otros quince ex-gobernadores priístas demandan la salida de Alejandro Moreno de la presidencia del partido por los desastrosos resultados en la pasada elección.
No satisfecho el Presidente con las minas instaladas en territorio priísta, el fiscal carnal anunció la apertura del expediente del caso Colosio para dar con los verdaderos culpables, que seguramente tendrán credencial del tricolor, presentándolos como ‘carniceros’ de su propia especie.
Más problemas no pueden tener en el otrora partido aplanadora y el Presidente lo sabe, alimenta el fuego de la insidia, la división y el rumor, sabedor que la elección del 2024 la tendrá en la bolsa; mientras el país es arrastrado al desastre el Presidente se recrea en su mundo fantástico del Morning Show cuatroteriano.