El cierre de quirófanos que se ordenó en los hospitales que se reconvirtieron a causa de la pandemia del Covid-19 provocó que una tercera parte de los pacientes con afección renal avanzada fallecieran o que al menos dejaran de ser atendidos, por lo que ahora ni las camas ni las máquinas resultan ser suficientes para atender con oportunidad a quienes padecen insuficiencia renal crónica avanzada.
Médicos del Hospital Hidalgo y del IMSS coincidieron en señalar que por los efectos colaterales de la pandemia se dejó de atender y se terminó perdiendo la pista de centenares de personas con problemas delicados en los riñones, muchos de los cuales quizá fallecieron al complicarse su padecimiento crónico.
La situación para este tipo de pacientes se está tornando preocupante debido a que por otras pandemias como la de las enfermedades crónicas, empezando por la obesidad, el sobrepeso y la misma afección renal, están llegando a la atención especializada un número importante de personas principalmente adultas con problemas en los riñones, muchas de las cuales con el tiempo requerirán incluso de un trasplante para mejorar la función renal.
Los médicos especialistas en nefrología y trasplante renal consultados por HIDROCÁLIDO indicaron que tras superarse las primeras etapas críticas de la contingencia sanitaria provocada por la aparición de la Covid-19, ahora siguen ingresando prácticamente de manera continua a los hospitales las personas con problemas renales avanzados y los casos de enfermos de los riñones que requieren con urgencia de ser trasplantados.
En ese sentido, los especialistas indicaron que en los últimos dos años se han depurado los pacientes perdidos a seguimiento y los que han fallecido, muchos de ellos salieron de la lista.
“No es posible conocer un porcentaje exacto, pero sin temor a equivocarnos podríamos pensar que la lista se cortó quizás en un 30% por pacientes perdidos a seguimiento o fallecidos por complicaciones en su padecimiento crónico”.
Integrantes del equipo de especialistas del Hospital Hidalgo indicaron que la lista de espera que conforman los pacientes renales que requieren de un trasplante de riñón se está alargando cada vez más, porque quienes no estaban complicados vieron avanzado su problema al dejar de ser objeto de seguimiento médico por la suspensión de consulta a causa de la pandemia, pero además porque también se está viendo que “posiblemente hay alrededor de cuatro ingresos mensuales, tan sólo al Hidalgo, de pacientes que se ingresan para lista de trasplantes de riñón de donante fallecido”.
Es muy bueno que el IMSS haya metido más máquinas en su sala de hemodiálisis del Hospital General de Zona No. 3, pero aun así la capacidad de atención que se tiene resulta ser todavía insuficiente para para el enorme universo de pacientes renales que requieren atención integral constante.