Esta semana será difícil para los que llevan la economía hogareña, pues el tanque de gas de 30 kilos, el que más se consume, disparará su precio hasta 800 pesos, lo que lo hace incomprable para muchas familias.
Este no es el único combustible que va al alza, pues poco a poco, casi ni se ve pero sí se siente en el bolsillo, también la gasolina y el diesel registran aumentos que hace que cualquier tipo de carburantes pasen a ser un artículo de lujo.
Y sí, como siempre estas decisiones pegan en el sector más vulnerable, que en nuestro país es más de la mitad de la población, que se truena los dedos primero, por garantizar la comida en la mesa y segundo, por las necesidades familiares en todos los servicios.
Además, por si fuera poco, ya está a la vuelta de la esquina el regreso a clases pues si bien es cierto que estamos en vacaciones, los planteles ya dieron a conocer sus listas de útiles y de verlas da miedo, sobre todo en las familias que tienen varios hijos en edad escolar.
A esto agréguele el costo de servicios, como gas, luz y agua, televisión por cable, internet, ahora indispensable, alimentación, vestido, escuelas, transporte, es un milagro que muchas familias puedan subsistir con sus ingresos, además no hay que perder de vista que en muchos hogares no se cuenta con un trabajo fijo, pues no podemos dejar atrás la pandemia, que en sus primeros meses obligó al cierre de negocios y a bajar el consumo, lo que desgraciadamente trajo altos niveles de desempleo.
El alto costo del gas LP es sólo la punta del iceberg, pues el precio altísimo ocasionará un alza generalizada en casi todo, pues es un insumo indispensable para muchos servicios, lo que se teme se dispare, todavía más, la inflación.
Tal vez viendo la realidad es que no suene descabellada la defensa férrea que hace el Presidente ante sus socios comerciales Estados Unidos y Canadá, pues quieren hacer modificaciones en los sectores energético y eléctrico de México, y los más enterados de estos asuntos prevén que suban aún más las tarifas de este servicio, pero la realidad es que nadie sabe que va a pasar, pero el mandatario ha prometido una y otra vez que no habría gasolinazos y cierto, no han sido espectaculares, pero tampoco han dejado de subir de precio los combustibles.
Tal vez la solución inmediata para las familias sería hacer una inversión para instalar un calentador solar, que ahorraría el consumo de gas hasta en 80 por ciento, porque el comprar en promedio un tanque de gas LP de 800 pesos mensual se ve complicado para la economía.
Entonces, la realidad se impone, y estamos en una época de calor, pero cuando llegue el invierno… pues de plano se tendrá que hacer un guardadito porque al paso que vamos, los combustibles serán casi incomprables, de hecho, como ya lo mencionamos, serán un artículo de primera necesidad, sí, pero también de lujo.