CIUDAD DE MÉXICO, julio 28 (EL UNIVERSAL).- Roberto Blandón volvió a hablar del abuso sexual que su hija, Regina Blandón, vivió cuando era una niña. Pese a que, después de que la actriz se sincerará y contará públicamente que un hombre, que trabajaba en la casa de sus abuelos, la tocó impropiamente cuando tenía seis años, el también actor indicó que «no había sido para tanto»; ahora segura que pensó en matar al abusador de Regina.
En una entrevista para «Todo para la mujer», el actor de 61 años fue cuestionado acerca de la situación de la que Regina fue víctima cuando todavía era menor de edad. Blandón expresó que, luego de enterarse –advertido por Gonzalo, uno de los primos de la actriz- de lo que ocurría, sintió ganas de matar al agresor de su hija, sin embargo, reconoció que sabía que eso sólo complicaría la gravedad de los hechos.
«Obviamente como papá, lo que quieres es lo mejor para tus hijos. Yo, por mí, lo mataba, pero pues no, era cárcel», expresó.
Otro de los motivos por los que la familia Blandón Marrón decidió no denunciar al agresor fue porque Regina era todavía muy pequeña y trataron de protegerla, evitando la exposición de su caso.
De esta manera, el actor mostró la gran preocupación que siente por la violencia contra las mujeres, que se vive actualmente en México. «Estamos viviendo la mayor violencia en nuestro país lamentablemente, al fin de cuentas tenemos que denunciar», recalcó.
Regina habló del abuso sexual que atravesó cuando tenía entre seis y siete de años de edad, por un hombre que trabajaba en la casa de sus abuelos, ubicada en Acapulco, Guerrero. La actriz de 32 años contó, en el marco del Día Internacional de la Mujer, que el trabajador entraba a su habitación por las noches y producía tocamientos en su persona, sin importar que su hermano menor, Roberto, se encontrara durmiendo a lado de ella.
«Se metía a mi cuarto en las noches. No hubo una violación como tal, pero sí un abuso», detalló la actriz.
En esa ocasión, Regina también recordó que –en principio- no quiso hablar con su madre y padre (Regina y Roberto) por miedo, pero cuando estuvieron al tanto de lo que ocurría, dijo que su padre estaba tan molesto que estuvo a punto de matar a su agresor, versión que poco después su padre suavizaría, señalando que «no había sido para tanto».