CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Un nuevo estudio de «Nature» demostró que la células de los restos fósiles de un mamut conservan actividad biológica, luego de ser trasplantadas en células de ratones. De ser posible, el descubrimiento se convertiría en un hito dentro de la ciencia, ya que se trataría de la relativa «resurrección» de una especie animal extinta.
Las células con las que un grupo de científicos japoneses experimentaron, fueron sustraídas de un ejemplar fosilizado que data de hace más de 28 mil años; el mamut ha sido llamado como «Yuka» y que estuvo congelado todo este tiempo; fue hallado en un permafrost siberiano. Antes de dar inicio al estudio, las y los expertos compararon el ADN de la especie con el de un grupo de elefantes, para identificar las similitudes genómicas entre uno y los otros.
Más tarde, se encargaron de aislar los núcleos menos dañados de «Yaka«, para así poder observar la dinámica a través de la que actuaban, luego de ser implantados (por medio de transferencia nuclear) en ovocitos de ratón, que son un tipo de célula germinal de ratones hembra. Las y los investigadores se llevaron una gran sorpresa, al percatarse que, los restos del mamut todavía conservaban componentes nucleares.
Como resultado, el estudio publicado en 2019 en «Scientific Reports«, observó que el proceso que ocurre antes de la división celular, lo que daría lugar a una posible probabilidad de reparar el ADN dañado de la especie extinta. Kei Miyamoto, autor principal del estudio indicó que este podría ser el paso de qué lugar a la resurrección de los mamuts, pero más importante aún, podría significar un indicio invaluable de la base genética de la especie, lo que ayudaría a comprender los procesos evolutivos y adaptativos de la especie.
Pese a que, en ese momento, Miyamoto reconoció que todavía les queda un largo camino por recorrer, en materia de división celular, por lo que en los últimos años se han dedicado a desarrollar la tecnología de clonación, mediante transferencia nuclear de células somáticas.