Monseñor Juan Espinoza Jiménez pidió ayer por los obispos, sacerdotes y fieles laicos religiosos de Nicaragua que son perseguidos por las autoridades civiles de ese país, al tiempo que exhortó también a todos los sacerdotes a tener conciencia de que son siervos y no patrones.
Durante la homilía de la misa dominical, el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes invitó también a los fieles a tener fe y confianza, a no tener miedo y a no estar distraídos ni ceder a la pereza interior, a fin de no caer en la autocomplacencia y el desinterés por lo que le sucede a los más vulnerables.
“Todos los que tenemos una autoridad en la Iglesia tenemos que aprender de María, a ejercitar la autoridad como servicio, a tener siempre la conciencia de que somos siervos y no patrones, a servir a los demás con entrega y generosidad”, destacó el prelado.
En ese sentido y en alusión a la fiesta patronal que se extenderá durante toda esta semana y que culminará el día de la Virgen de la Asunción, el titular de la Diócesis pidió a los fieles no tener miedo y a que estemos siempre despiertos y con María de la Asunción caminemos juntos a la misión en comunión y participación, que es el lema que se ha adoptado en este Quincenario: “Con María de la Asunción, juntos a la misión en comunión y participación”.
De la misma manera, el Obispo Juan Espinoza invitó a la feligresía a no temer y estar preparados; “esas dos palabras los invito para que las llevemos en la mente. No temamos y estemos preparados, hacen relación a las dos virtudes, la fe y la esperanza. Se trata de dos palabras clave para derrotar los miedos que a veces nos paralizan y para superar la tentación de una vida pasiva, adormecida”, subrayó en su mensaje dominical.
A veces, añadió, nos sentimos presos de un sentimiento de desconfianza y de angustia, es el miedo a no lograrlo, a no ser reconocidos y amados, el miedo a no conseguir realizar nuestros proyectos, a no ser nunca felices, y entonces nos afanamos buscando soluciones para encontrar algún espacio en el que emerger para acumular bienes y riquezas, para obtener seguridades, y cómo terminamos, terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante.
En su exhortación a los fieles de la Diócesis, el Obispo pidió por la Iglesia que peregrina en Nicaragua, así como por los obispos, los sacerdotes y fieles laicos religiosos de esa nación que están siendo objeto de una persecución por parte de las autoridades del Gobierno, orando para que “el Señor les fortalezca y cambie el corazón de aquellos que los dañan”.