CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 8 (EL UNIVERSAL).- La muerte de la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Aberdeen, Escocia, implica un protocolo especial para su traslado a Londres.
Dicho protocolo se conoce como Operación Unicornio, de acuerdo con el diario británico The Guardian, establece que el ataúd con el cuerpo de la reina descanse temporalmente en el Palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo.
Se establece también una procesión ceremonial a lo largo de The Royal Mile, la avenida principal de la capital escocesa, hacia la Catedral de St Giles, donde se esperaría hubiera un servicio con la familia real y abierto al público.
Posteriormente, el féretro sería trasladado desde Escocia a Londres vía el Tren Real, en un viaje durante toda la noche y arribaría a la estación de San Pancras, para ser trasladado, finalmente al Palacio de Buckingham.
Se tiene previsto que los funerales de la Reina Isabel II tendrán una duración de 10 días.