Una mujer, señalada como presunta distribuidora de drogas, fue ejecutada de un balazo en el pecho por tres sicarios que la atacaron en su domicilio en el fraccionamiento Villas del Puertecito y que fueron ahuyentados a ladrillazos por el esposo de la fémina.
Los agresores escaparon en una motocicleta, mientras que la fémina, a bordo de un vehículo de uno de sus vecinos, fue trasladada a recibir atención médica al Hospital Miguel Hidalgo, donde finalmente dejó de existir.
La ejecutada fue identificada como Beatriz Adriana Medina Gutiérrez, de 33 años de edad y con domicilio en el 221 de la calle Puerto Dos Bocas en Villas del Puertecito, cerca de Villas de Nuestra Señora de la Asunción.
De manera extraoficial trascendió que resultó ser concuña de Fernando Arturo Medina Guerrero alias “El Whiskas”, de 32 años de edad, ejecutado la noche del miércoles 21 de septiembre en su domicilio en el 103-A de la calle Río Cotlamani esquina con Río Yaqui, en el fraccionamiento Villas del Río, aunque esto no había sido confirmado por las autoridades.
Alrededor de las 00:30 horas de este lunes los tres sicarios llegaron a la casa de Beatriz Adriana a bordo de una motocicleta Italika, en colores rojo y negro, donde ella se encontraba acompañada de su esposo Juan.
Uno de ellos portaba un arma de fuego corta, al parecer calibre .40, y le disparó de manera directa en tres ocasiones.
La víctima recibió uno de los disparos en el pecho y al escuchar las detonaciones Juan defendió a su esposa y comenzó a lanzarles ladrillos a los agresores.
El que portaba la pistola trató de dispararle pero se le encasquilló y decidió darse a la fuga junto con sus cómplices a bordo de la “jaca de acero”.
Algunos vecinos salieron de sus casas al escuchar las detonaciones y uno de ellos subió a su auto Volkswagen Jetta a Beatriz Adriana para trasladarla al Hospital Miguel Hidalgo para que fuera atendida, pero al llegar los doctores en turno confirmaron que ya había muerto a causa del balazo recibido.
Al domicilio donde ocurrió la agresión acudieron oficiales de la Policía Municipal, que encontraron dos casquillos percutidos y un cartucho útil, realizando el acordonamiento correspondiente para proteger el escenario de los hechos, además de que rastrearon la zona en busca de los sicarios, pero no los localizaron.
En una breve entrevista con un medio de comunicación, Juan narró la forma en la que su esposa fue baleada y cómo él ahuyentó a los atacantes.
Además, informó que anteriormente unos sujetos habían pretendido obligarlos a ella y a él a vender drogas para un grupo delictivo pero se negaron, por lo que se presumía que ésta fue la razón por la que Beatriz Adriana fue ejecutada.
Poco más tarde arribaron al domicilio elementos de la Dirección General de Investigación Pericial, que realizaron trabajos de campo y aseguraron los casquillos y el cartucho útil como evidencia.
Posteriormente se trasladaron al HMH para levantar el cuerpo de la fémina y conducirlo al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley, que reveló que murió de una herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante de tórax.
Agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación quedaron a cargo de las indagatorias del asesinato.