Los “palos de ciego” que se dieron en la estrategia de prevención y contención del suicidio provocaron que en el sexenio de Martín Orozco Sandoval se dispararan de manera alarmante las cifras de las muertes autoprovocadas, al grado de que hace un par de años se alcanzó el récord histórico con alrededor de 186 casos que involucraron a personas de todas las edades y condiciones sociales.
Esta reproducción de suicidios mantiene a Aguascalientes en el vergonzoso tercer lugar nacional en incidencia de pérdidas de vidas de personas que no encontraron o a las que no se les supo brindar la ayuda que requerían, por lo que se disparó la tasa a 12 casos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a datos oficiales del INEGI, aunque lo más delicado es que las autoridades de Salud se han mostrado apáticas a este problema que alcanza rango de calamitoso.
El Estado sólo es superado por Chihuahua que tiene una tasa de 15.2 suicidios por cada 100 mil habitantes y Yucatán que tiene una incidencia de 14.5 casos, pero al ritmo que se lleva en muertes de este tipo no pasará mucho tiempo para que la situación se salga definitivamente de control.
El repunte de los suicidios en Aguascalientes se ha dado con mayor fuerza sobre todo en los tres últimos años, toda vez que de 140 casos que hubo en el 2018, la cifra se disparó a los 174 para el 2019 y luego en el 2020 alcanzó su pico más alto al cerrar con 186 muertes, mientras que al año siguiente se notificaron 183 y en los primeros siete meses de este 2022 suman casi 90, estando por llegar los períodos del año más críticos para la ocurrencia de este tipo de eventos trágicos.
Bajo este escenario terrorífico, urge que las instituciones públicas del sector y que los gobiernos atiendan con responsabilidad la problemática, toda vez que las acciones preventivas y de apoyo a la población vulnerable se han quedado cortas y además son totalmente descoordinadas, lo que pone de manifiesto el desinterés de las autoridades en este tema que se ha vuelto recurrente y cuyas muertes de este tipo se han venido presentando en personas de todas las edades y condición socioeconómica.
“El problema de los suicidios ha crecido en Aguascalientes porque está claro que a las autoridades de Salud y del Gobierno no les interesa la salud mental de las personas y porque se carece de una estrategia clara para prevenirlos, por lo que la gente que padece todo tipo de trastornos mentales se encuentra en un estado de indefensión”, mencionaron psicólogos que prestan sus servicios en las diferentes instituciones públicas del área de la Salud.
No se sabe, explicó uno de los suicidólogos, si este año se cerrará con más suicidios que el año pasado o si se establecerá un nuevo pico máximo que supere al de hace un par de años, pero lo que sí es predecible es que suicidios seguirá habiendo porque a la gente no se le está atendiendo, pues muchas de las personas que acuden a los servicios son atendidas sólo una vez y luego ya no regresan ni tampoco se les da seguimiento, por lo que su problema termina por llevarlos a un callejón sin salida.