CIUDAD DE MÉXICO, octubre 3 (EL UNIVERSAL).- La reforma laboral de 2019 impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó para quedarse, aseguró la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, al poner en marcha la tercera y última etapa de su implementación.
En el acto oficial, realizado en el Patio del Trabajo de la Secretaría de Educación Pública, Alcalde Luján afirmó que esta reforma laboral es la más importante de los últimos cien años, y ya logró grandes avances en el terreno de la libertad y la democracia sindical, con 35 mil trabajadores que han elegido a sus dirigentes a través del voto secreto y directo; más de dos millones de trabajadores que han decidido si aprueban o no sus contratos colectivos en más de 7 mil consultas de legitimación, con una participación por encima del 80 por ciento; además de que los contratos colectivos que se han legitimado ofrecen 5.7 por ciento mejores salarios que aquellos que no han sido legitimados en las mismas regiones geográficas y ramas de industria.
«Se decía al inicio de esta transición que la reforma laboral inhibiría la llegada de inversiones, que habría inestabilidad, que se acabaría la paz laboral y se perderían fuentes de empleo. Por lo contrario, en México hoy nos encontramos en máximos históricos de inversión, máximos históricos de empleo y máximos históricos de salarios promedio registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social», enfatizó.
La secretaria del Trabajo anunció que a partir del primer minuto de este lunes todas las juntas de conciliación y arbitraje, tanto federal como locales, cerraron sus puertas a nuevos juicios, conservando la gran responsabilidad de concluir con el rezago de miles de asuntos en trámite y en su lugar abrirán las puertas los Centros de Conciliación y los tribunales laborales.
«Se pretende impulsar la conciliación como pieza clave del modelo, recuperar la dignidad del trabajo como patrimonio común, impulsar el diálogo social, contar con una justicia cercana a las personas trabajadoras y a los empleadores, cumplir con los compromisos internacionales, evitar la discriminación, incluyendo la agenda de género, y recuperar la negociación colectiva auténtica que concilie los justos reclamos de los hombres y mujeres que trabajan, con las necesidades de quienes invierten en las fuentes laborales», explicó.
Sostuvo que se trata de un cambio integral de dimensiones impresionantes que busca transformar el mundo del trabajo en beneficio de trabajadores, del sector productivo y de la sociedad en general.
«Tenemos la absoluta certeza de que equilibrios más justos entre trabajadores y empleadores generarán un terreno más fértil para las empresas, para los trabajadores y para el país entero, así que sigamos trabajando juntas y juntos de manera coordinada para lograr que en la vida cotidiana la reforma histórica, la reforma más importante de los últimos cien años, logre sus objetivos», puntualizó.
Alcalde Luján celebró que pese a la pandemia, se cumplió el objetivo en los plazos fijados y «hoy 3 de octubre culminamos juntas y juntos la transición al nuevo modelo de justicia laboral en todo el territorio nacional».
La tercera y última etapa de implementación de la reforma laboral involucra a la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Yucatán, y también a Baja California Sur y Guerrero, a nivel local.