MONTERREY, NL., octubre 5 (EL UNIVERSAL).- El Fiscal General de Justicia de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, envió al Congreso local su renuncia al puesto para el que fue designado por el Congreso local el nueve de marzo de 2018, para un periodo de seis años.
Guerrero Gutiérrez enfrentó los últimos meses duros cuestionamientos por su labor al frente de la Fiscalía, en especial por supuestas omisiones en los casos de feminicidio, entre otros el de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, una joven estudiante que desapareció el pasado nueve de abril, y que fue localizada sin vida 13 días después.
Hasta el momento no hay un solo imputado, ya que el caso fue considerado un feminicidio, por una segunda necropsia, aunque inicialmente el Semefo local había establecido que se trató de una muerte accidental.
En una carta que fue recibida por el Congreso local a las 9:01 horas de este miércoles, Guerrero Gutiérrez expuso que su decisión es parte del proceso de jubilación por haber cumplido más de 40 años de desempeñarse como servidor público en el estado de Nuevo León.
Agregó que a lo largo de su carrera que inició como escribiente, defensor público, e incluye haber sido juez familiar, juez civil, magistrado y presidente del Tribunal Superior de Justicia, además de fiscal general, su propósito y enfoque han consistido en aprovechar las plataformas públicas para abonar a la transformación del servicio público, «pasando de la burocracia tradicional a un modelo de servicio ciudadanizado, eficaz, eficiente, expedito y práctico».
—«Como Fiscal General sepan que día a día di lo mejor de mí»
En su carta de renuncia ante el Congreso, señaló: «Como Fiscal General sepan que día a día di lo mejor de mí para buscar resolver desde mi trinchera las problemáticas que tanto aquejan a la sociedad, afrontando con suma responsabilidad y profesionalismo, la misión de poner en marcha la primer Fiscalía totalmente autónoma del país, y consolidando un nuevo modelo de investigación».
Expresó que en el cumplimiento de esos objetivos, «puedo decir que mantuvimos la ruta y permanecimos de pie, a pesar de la violencia generada por la delincuencia, los obstáculos propios de la estrechez financiera y las consecuencias de una pandemia global».
Asentó que «ahora toca el turno de dar un paso a un lado para abrir puerta a nuevos retos profesionales, retirándome con la satisfacción del deber cumplido y ofreciéndoles la seguridad de que contamos con nuevas generaciones de fiscales, agentes ministeriales, secretarios, juezas y jueces y demás servidores públicos a los que he visto forjarse, quienes sin duda alguna entregarán a Nuevo León los frutos de justicia que merece nuestra sociedad».