CIUDAD DE MÉXICO, octubre 11 (EL UNIVERSAL).- Es un hecho, Blink-182 vuelve a los escenarios tal y como lo hizo durante la década de los 90 e inicios de los 2000 y, lo mejor de todo, es que lo hará con su alineación original, compuesta por Mark Hoppus, Travis Barker y Tom DeLonge, luego de varios lustros de desacuerdos, peleas y resentimientos entre los integrantes de la banda, el trío está de vuelta para recordar la época en que las estaciones de radio tocaban una y otra vez temas de pop punk, pero, ¿qué fue la vida de cada uno de ellos durante todos estos años?
La fama puede ser ambivalente, pues muchas de las bandas que nos vieron crecer se mantienen intactas y pese al paso de los años, sus integrantes siguen unidos y dispuestos a seguir creando música, desafiando los espacios contados que en la actualidad se le proporcionan a los géneros musicales que predominaban hace 20 años, sin embargo, Blink-182 no fue una de ellas, pues mientras ascendían a los primeros lugares de las listas y se convertían en la agrupación modelo para muchas de las bandas que se formaron en la época, la relación entre sus integrantes comenzó a enfriarse.
Si comparáramos la disolución de Blink-182, con la separación de los Beatles, de la cual se ha responsabilizado a Yoko Ono, tendríamos que aclarar que en este caso no se trató de una tercera o un tercero en discordia, sino que fue uno de los propios integrantes de la banda que fue denotando su falta de interés en continuar con el proyecto a medida que pasaba el tiempo, nos referimos al guitarrista y voz principal de la agrupación, Tom DeLonge.
Tom, (13 de diciembre de 1975) creó la banda a lado de Hoppus y de Scott Raynor, el primer baterista de la banda, en 1994. Por esas épocas, la agrupación tuvo otros nombres como Duck Tape y Figure 8, pero ninguno de ellos duró mucho tiempo, pues los tres jóvenes músicos tomaron la decisión de hacerse llamar Blink, pero esa elección los llevó a enfrentar líos legales desde sus inicios, pues ya existía otro concepto musical con el mismo nombre en Australia.
Ese no fue un problema para Hoppus, DeLonge y Raynor que, para fines prácticos, agregaron la cifra «182» al final de su nombre, sin una historia que justificara el uso de los tres dígitos. En ese momento, no se imaginaron que su decisión despreocupada daría lugar a la tendencia de otras bandas a utilizar números seguidos a una palabra, como fue el caso de Sum 41 y Matchbox Twenty.
Pero, ¿Qué ocurrió con Scott Raynor? Y ¿Por qué Travis Barker ha sido considerado uno de los integrantes originales si antes de él hubo otro baterista?
Desde la concepción de la banda, sus temas, característicos por ritmos rápidos, pegajosos y letras referentes a temas que interesaban a las adolescencias de ese tiempo; alcohol, fiestas, amor, desamor, diversión, albures, flatulencias y total desenfado, Blink-182 alcanzó un buen recibimiento del público, por lo que llegó un momento en que su primera disquera, «SoCal Cargo Music», perdió la capacidad creativa y presupuestal para sostener un proyecto que despegaba a pasos agigantados.
Sin embargo, el siguiente paso no fue sencillo, pues ninguno de los integrantes de Blink 182 se decidía con qué disquera firmar y, aunque Raynor parecía el más convencido por elegir a Epitaph Records, productora de otras bandas como Green Day, Bad Religion y The Offspring, Hoppus y DeLonge optaron por unirse a MCA, que había impulsado las carreras de Elton John, The Who y Alanis Morissette.
A partir de ahí, Raynor mostró desinterés y poco compromiso con la banda, o eso es lo que se ha sugerido a lo largo de los años, aunado a otras versiones en las que se aseguró que el baterista había abandonado la agrupación para retomar sus estudios, así como que la banda prescindió de él, luego de una gira en la que se mantuvo alcoholizado gran parte del tiempo.
Finalmente, en 1998 sólo eran Hoppus y DeLonge pero necesitaban un baterista que ejecutara las batacas, por lo que le pidieron a Travis Barker, integrante de The Aquabats, una banda con la que estaban de gira, que los asistiese durante la presentación y aunque no conocía ninguna de las pistas, Barker no necesitó más de 45 minutos para aprenderse el ritmo de 20 temas, por lo que ingresó a la banda y abandonó a la agrupación a la que pertenecía en ese momento.
Y aunque desde ese momento, las puertas se abrieron de par en par para la banda, luego del lanzamiento de sus dos próximos álbumes «Enema of the state» (1999) y «Take off your pants and jacket» (2001), de los que se desprendieron éxitos como «What´s my age again?», «Adam´s song», «All the small things», «First date», «The rock show» y «Stay together for the kids», la fama trajo también discordias entre ellos.
Por ello, luego del lanzamiento de quinto álbum «Blink-182», DeLonge que estaba ávido de probar suerte en otros proyectos y de pasar más tiempo con su familia, decidió tomarse un descanso y la banda publicó que se alejaría de los escenarios indefinidamente y, en efecto, así fue, se trató del comienzo de reencuentros que duraban muy poco y la, inminente, salida definitiva de Tom de la banda.
A lo largo de los años, DeLonge formó parte de diversos proyectos musicales; el más sólido se trató de «Angels & Airwaves», agrupación con la que alcanzó un éxito aceptable, pero que nunca supuso un reconocimiento ni siquiera parecido al que vivió junto a Blink-182.
En esa época también se interesó en conocer más sobre teorías conspirativas y eventos con relación a ovnis, por lo que creó la empresa «To The Stars Academy of Arts & Science». Además, financió una fundación para prevenir el cáncer, luego de que fuera diagnosticado con cáncer de piel y, aunque salió avante prontamente, no dejó de comprometerse con la causa.
Tom, que en la actualidad tiene 45 años, estuvo casado con Jennifer Jenkins 18 años, del 2001 al 2019, y tuvieron dos hijos, Ava Elizabeth y Jonas RoRocket, de 20 y 16 años, respectivamente.
Por su parte Mark Hoppus (15 de marzo de 1972), quien tuvo más desacuerdos con DeLonge que Barker, emprendió el proyecto +44 junto a Travis, pero así como sucedió con Tom, la agrupación recibió críticas no muy buenas y una aceptación comercial todavía menor. Por ello, optó por estrenarse como productor musical y formar parte de programas de televisión musicales, donde fue el anfitrión y, hasta en una ocasión, tuvo la oportunidad de entrevistar a los integrantes «Angels & Airwaves», asegurando que era la banda con la que Tom «le había puesto el cuerno a Blink-182«.
Recientemente, en abril de 2021, el bajista de la banda fue diagnosticado con cáncer linfático y, pese a que ganó la batalla cinco meses más tarde, el músico de 50 años enfrentó una dura batalla que lo llevó a pensar en la idea de suicidarse, sin embargo, el apoyo de su esposa, Skye Everly, con quien ha estado casado desde hace 22 años, y de su hijo Jack de 20 años, lo hicieron mantenerse en el camino.
Travis Barker (14 de noviembre de 1975) es, probablemente, el integrante que más activo se mantuvo luego de la disolución de la banda, participando no sólo con Hoppus en +44, sino en diferentes colaboraciones musicales, con artistas que pertenecen a las nuevas generación, pero así como DeLonge y Hoppus, Barker atravesó una faceta de su vida muy dura, cuando viajaba en un vuelo –en septiembre de 2008- que se estrelló contra una valla perimetral mientras despegada del Aeropuerto Metropolitano de Columbia, Travis viajaba junto a dos pilotos, su amigo el DJ Adam Goldstein, Charles Still –su guardia de seguridad- y su asistente personal Chris Baker.
De los seis pasajeros, sólo sobrevivieron dos: Travis y Adam, los músicos no salieron ilesos, sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado. En el caso de Barker, las laceraciones cubrieron dos tercios de su cuerpo, proporcional a un 65% de la piel, por lo que tuvo que ser sometido a16 cirugías.
El evento fue tan traumático para Travis que no volvió a abordar un avión, sino hasta hace poco, cuando viajó a Los Cabos, México, en su luna de miel con Kourtney Kardashian, su tercera esposa. En el pasado, Barker, de 46 años- estuvo casado con la exreina de belleza, Shanna Moakler, con quien tuvo dos hijos; Landon Asher y Alabama Luella. Además, considera a la hija mayor de la modelo, Atiana de la Hoya, como una hija para él y todavía hoy la frecuenta y se muestra muy unido a ella.