CIUDAD DE MÉXICO, octubre 12 (EL UNIVERSAL).- Luego de que en la Asamblea General de la ONU aprobará la tarde de este miércoles condenar los «referendos ilegales» llevados a cabo por Rusia en su intento de anexar cuatro territorios ucranianos a Rusia. México voto a favor de que se condenara dicha anexión.
La votación entre los 193 miembros del organismo mundial fue de 143 a favor, incluyendo el de México, por cinco en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) así como 35 abstenciones (entre ellos China, India y Cuba), siendo el respaldo más firme de la Asamblea General a Ucrania y en contra de Rusia entre las cuatro resoluciones que se han aprobado desde que las fuerzas rusas invadieron a su vecino el 24 de febrero.
La votación supuso un claro triunfo para Ucrania y sus aliados, pues el texto recibió incluso más apoyo que cuando el pasado marzo este mismo órgano condenó el inicio de la invasión rusa, con una resolución que tuvo 141 votos a favor, 35 abstenciones y 5 votos en contra, un resultado que diplomáticos de distintos países veían complicado repetir.
La resolución, titulada «Integridad territorial de Ucrania: defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas», declara que «los actos ilícitos», en referencia a los referendos que realizó Rusia en Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia, del 23 al 27 de septiembre pasados, «no tienen validez alguna (…) ni sirven para modificar de ninguna manera el estatuto de esas regiones en Ucrania».
En este sentido, «exhorta» a los Estados, organizaciones internacionales y organismos especializados de la ONU a que «no reconozcan ninguna modificación del estatuto» de estas regiones y «exige» a Rusia que «revoque inmediata e incondicionalmente sus decisiones» ya que «constituyen una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y son incompatibles con los principios de la Carta de las Naciones Unidas».
México condena anexión rusa.
Por su parte, el embajador de México ante Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, criticó la anexión, por parte de Rusia, de cuatro territorios donde se realizaron referéndums que tachó de ilegales, y cuestionó de nueva cuenta el poder de veto que permitió a Moscú evitar que una resolución de condena a las anexiones fuera aprobada en el Consejo de Seguridad del organismo.