Sigue brotando la pus en el sector Salud, pues se detectan más anomalías cometidas por la pasada administración, entre las que destaca la falta de un proceso de certificación y acreditación que anualmente se tiene que hacer a cada unidad médica para garantizar su buen funcionamiento.
La pasada administración no llevó a cabo este procedimiento, lo que derivó en que instituciones de Salud no se encontraran en las mejores condiciones y que incluso hubiese apagones en las mismas, señaló el director del ISSEA, Rubén Galaviz, quien mencionó que ahora se tendrá que destinar una mayor cantidad de recursos para hacer este procedimiento, tanto el del presente año como del siguiente.
Al respecto, detalló que el mecanismo para que las unidades de Salud estén en buenas condiciones se denomina indicadores de desempeño, “si tu unidad cumple con la certificación y acreditación te haces acreedor de recursos”.
No obstante, “encontramos ahora en la entrega-recepción que este año 2022 no se hizo este procedimiento en el Instituto de Salud, entonces vamos a tener una carga financiera doble el siguiente año, se nos va a acumular el 2022 con el 2023”.
Explicó que para realizar dicho proceso, el Estado pone una cantidad de dinero, mientras que la Federación manda otro tanto, todo ello para que las instituciones de Salud se mantengan en condiciones óptimas para brindar el servicio a la ciudadanía, sin embargo “en este 2022 no se hizo este proceso en ningún hospital”.
Detalló que de acuerdo con el proceso de entrega-recepción, quienes dejaron dicho órgano argumentaron que no se realizó porque “ya no era obligatorio que los estados hicieran este proceso”.