CIUDAD DE MÉXICO, octubre 19 (EL UNIVERSAL).- Las expediciones de la NASA no sólo registran descubrimientos astronómicos trascendentes para el conocimiento del Universo, sino que también han propiciado la captura de fotografías de fenómenos naturales nunca antes visto y que, de otro modo, no podríamos conocer, al menos, no con la misma perspectiva, pues la agencia espacial difundió una imagen tomada desde los confines del espacio exterior.
Pese a que instrumentos como el Telescopio Espacial Hubble y, más recientemente, el Telescopio Espacial James Webb que, a lo largo de sus funciones, han otorgado a la humanidad la oportunidad de hacerse una idea de cómo lucen realmente los aspectos del Universo, entregándonos las primeras imágenes de nebulosas planetarias y agujeros negros, no acabamos de sorprenderos ante la majestuosidad de las fotografías tomadas desde el espacio.
Esto ocurrió con una fotografía, publicada por el Observatorio de la Tierra de la NASA, que difunde imágenes capturadas desde el espacio. En esta ocasión, se trató de una imagen que documentó el momento en que tuvo lugar el destello de un relámpago y la luz de la Luna, generando un halo de luz azulado inusual, que iluminó la atmósfera terrestre.
¿El autor de la fotografía? Es anónimo, pues el astronauta no quiso revelar su identidad, lo que sí sabemos es que fue uno de los integrantes de la Expedición 66 a la Estación Espacial Internacional (EEI), que mantuvo a siete astronautas durante cinco meses en el laboratorio orbital, investigando y llevando a cabo actividades extravehiculares.
Aunque la fotografía fue tomada hace un año, la NASA la difundió hace apenas unos días, generando la fascinación de miles de usuarios en redes sociales.
La luz del relámpago –explicó el Observatorio de la Tierra- tuvo lugar en el extrarradio del Golfo de Tailandia, que comprende el área de regiones asiáticas como China, Tailandia, Vietnam y Laos, y ocurrió debido de una tormenta de rayos que visibilizó el fenómeno, pues de otro modo no es posible que, desde el espacio, se aprecie el acaecimiento de un rayo. La llovizna de rayos también se conoce como «anillo luminoso».
Pero esta no es la única mancha azul que aparece en la fotografía, sino que hay un segundo punto azulado, producto de la luz distorsionada de la Luna, generada por la proyección de la luminosidad del Sol a través del satélite natural, teniendo como resultado la macula de tonalidad índigo que se aprecia en la imagen.
Y aunque, con esta fotografía, pareciera que tenemos un acercamiento mucho más fidedigno de los fenómenos naturales que ocurren a gran distancia, la realidad es que el ojo humano tiene alcances limitados, en lo referente a la percepción de eventos astronómicos, sin embargo, la luz azul sí es visible para la humanidad, debido a que la luz azul tiene la longitud de onda más corta, lo que posibilita que se disperse y sea apreciable para nuestros ojos.