Ya fue identificada la mujer estrangulada y descuartizada cuyo cuerpo fue encontrado embolsado a la orilla de la carretera federal 45 Norte, en el municipio de Pabellón de Arteaga, y agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación detuvieron a su pareja sentimental como el principal sospechoso de haberla asesinado ya que sostenían una relación que fue catalogada como tóxica.
Además, trascendió que las autoridades ministeriales ya lograron recuperar los brazos y las piernas que le faltaban al cadáver de la fémina al ser encontrado dentro de la bolsa.
La mujer asesinada respondió al nombre de Sandra Alejandra Guerrero Oropeza, contaba con 29 años de edad, era madre de dos hijas, era empleada doméstica y vivió con su amiga Brenda Carolina Pérez Pérez, de 25 años, en un domicilio en el fraccionamiento Villas de Nuestra Señora de la Asunción Sector Guadalupe.
El próximo mes, concretamente el 3 de noviembre, cumpliría 30 años de edad.
El detenido como principal sospechoso de su muerte fue identificado como Gustavo Adolfo Martínez Rincón, de 63 años y con domicilio en el fraccionamiento Morelos I, que se encuentra a disposición del agente del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por los agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación, Sandra Alejandra se separó del padre de sus dos hijas, quien por su parte sí se hacía cargo de ellas.
El progenitor de las niñas le daba dinero a Sandra Alejandra para la manutención de ellas, además de que una semana se quedaban con él y otra semana con ella.
Tras su separación, Sandra Alejandra se fue a vivir con su amiga Brenda Carolina, que en ocasiones también le ayudaba a cuidar a las niñas.
Además, desde hacía 4 años la joven decidió iniciar una relación amorosa con Gustavo
Adolfo, aunque ésta se volvió tóxica.
Al parecer, en varias ocasiones Sandra Alejandra quiso terminar la relación, pero el sexagenario insistía en seguir con ella.
El cuerpo de la fémina fue encontrado el pasado sábado, alrededor de las 11:20 horas, a la orilla de la carretera federal 45 Norte, a la altura del kilómetro 27+800, cerca de la comunidad San Luis de Letras, en Pabellón de Arteaga, dentro de una bolsa de plástico en color negro, que estaba amarrada con un lazo en color café.
Al cadáver le faltaban los brazos y las piernas y tras la práctica de la necropsia se concluyó que la víctima murió de una asfixia mixta por estrangulación armada y obstrucción de vía aérea.
El mismo sábado, Brenda Carolina se comunicó con un hermano de Sandra Alejandra para preguntarle si sabía algo de ella debido a que tenía dos días sin noticias suyas, además de que le había dejado encargadas a sus dos hijas, una de ellas de 6 años de edad.
El hermano de la joven le dijo que no sabía nada de ella y se extrañó que llevara dos días desaparecida.
Por lo anterior, alrededor de las seis de la tarde del mismo sábado acudieron a la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición y Localización de Personas (FEMDLP) para denunciar la desaparición de Sandra Alejandra.
Brenda Carolina declaró que la última vez que la vio fue el jueves 27 de octubre, a las once y media de la noche, cuando le preguntó si por la mañana del viernes le podía cuidar a sus dos hijas ya que saldría con su pareja, Gustavo Adolfo, pero que ya no regresó.
Además, precisó que la relación que Sandra Alejandra llevaba con el sexagenario ya era muy tóxica.
Posteriormente, a través de unos tatuajes, tanto el hermano como la propia Brenda Carolina identificaron a Sandra Alejandra como la mujer asesinada, descuartizada y embolsada hallada en Pabellón de Arteaga.
Con la información obtenida, los agentes investigadores del Grupo Homicidios localizaron a Gustavo Adolfo, a quien cuestionaron sobre su relación con Sandra Alejandra.
El sexagenario les reveló que el viernes 28 de octubre, a las nueve de la mañana, pasó por ella a Villas de Nuestra Señora de la Asunción a bordo de su auto Nissan Platina y luego se trasladaron a la colonia Las Cumbres para desayunar en un local de birria, donde permanecieron media hora.
Agregó que luego se trasladaron al fraccionamiento Mirador de las Culturas II, a donde llegaron a las 10:45 horas, ya que él tenía que cuidar un domicilio propiedad de su sobrino Benjamín Martínez Correa, quien no se encontraba en la casa.
Les dijo que a las 11:45 horas se retiraron de la vivienda y regresaron a Villas de Nuestra Señora de la Asunción, donde él dejó a Sandra Alejandra en una farmacia de similares y después de eso ya no la volvió a ver.
Sin embargo, los policías ministeriales notaron que Gustavo Adolfo estaba bastante nervioso y por los antecedentes que había de la relación tóxica con Sandra Alejandra, además de que fue el último que la vio con vida, procedieron a detenerlo como sospechoso del feminicidio.
Posteriormente, los propios investigadores lograron encontrar los brazos y las piernas del cuerpo de la joven asesinada, por lo que elementos de Servicios Periciales los trasladaron al SEMEFO.
Hasta el momento no se han revelado los motivos por los que el sexagenario habría asesinado y descuartizado a Sandra Alejandra para finalmente ir a tirar sus restos embolsados hasta Pabellón de Arteaga.