CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 25 (EL UNIVERSAL).-
A menos de 48 horas de que encabece lo que podría ser su última mega marcha, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió un espacio en su agenda y fue a estirar los músculos.
Tras encabezar la reunión del Gabinete de Seguridad a las 06:00 horas, ofrecer su conferencia «mañanera» y reunirse por cinco horas con su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, el Mandatario salió de la sede del Poder Ejecutivo rumbo al Parque de Béisbol de los Tranviarios de la Ciudad de México donde realizó una caminata de casi 50 minutos.
Acompañado por su entrenador y su hijo Jesús Ernesto, el presidente López Obrador dio 10 vueltas por toda la periferia del campo deportivo.
A pesar del intenso sol y los 24 grados centígrados en el medio ambiente, el presidente López Obrador vestía tenis, pantalón deportivo, sudadera gris y una gorra de color rojo.
En su vuelta número cinco un par de niños que entrenaban en el campo continuo lo reconocieron y le pidieron una fotografía que uno de ellos tomó con su teléfono.
Al completar su caminata el presidente López Obrador se retiró del campo a esperar que sea domingo cuando convocó a celebrar los cuatro años de su llegada al gobierno con una marcha que saldrá del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México a las 09:00 horas.
Al concluir la movilización, que se prevé sea la mayor concentración a la que haya convocado, el presidente de la República dará un mensaje a la nación.