DOHA, Qatar, noviembre 28 (EL UNIVERSAL).-
La selección de Arabia Saudita está lejos, muy lejos del Mundial. Prácticamente en otra ciudad, donde nadie los molesta, donde pocos se atreven a acudir.
Ahí es donde el francés Hervé Renard intenta armar su rompecabezas para enfrentarse en contra de México. La oportunidad de los árabes es grande, si gana estará por segunda vez en su historia en octavos de final, si empata o pierde, dirá adiós irremediablemente.
Así que no se toman el juego contra México a la ligera, a pesar de que le harán falta tres piezas clave.
Salman Al Faraj: El capitán de los árabes dejó la Copa del Mundo después de que se lesionó en el juego ante Argentina, el pundonor le hizo terminar cojeando la primera parte, negándose a salir, sabía que no estaría más en el Mundial.
Abdulelah Al-Malki: El volante central del Al Hilal, recibió dos amonestaciones en dos juegos, está suspendido para el juego contra México.
Yasser Al-Shahrani: Fue operado del rostro después del primer juego debido a un fuerte choque con su portero. Además también fue intervenido del páncreas.
Salem Aldawasari: Quien tomó el rol de capitán ante la bakja de Salman Al Faraj, el número 10 Salem Aldawasari, se encuentra en duda debido a problemas musculares. En los últimos entrenamientos, sólo ha realizado ejercicios de rehabilitación. No se cree posible que pueda jugar contra México.
Ese es el rompecabezas que el francés Hervé Renard debe de armar para el juego del miércoles. Ellos no se sienten menos que el Tricolor, ellos sienten que pueden ganar.