CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 10 (EL UNIVERSAL).-
Los boletos vendidos para ver este fin de semana a Bad Bunny en el Estadio Azteca, han sido hasta el doble de caros en relación con el precio ofrecido en los conciertos de Madonna, Michael Jackson y Paul Mc Cartney en México, hace tres décadas.
En 1993 las tres estrellas se aparecieron en tierras nacionales: mientras la intérprete de «Like a virgin» lo hizo en el Autódromo Hermanos Rodríguez (hoy Foro Sol), lo mismo que el exBeatle; el cantante de «Thriller» se presentó en el Coloso de Santa Úrsula.
Un ejercicio de EL UNIVERSAL, calculando la inflación que anualmente ha crecido promedio 8%, actualiza los precios de ese año, al actual.
Hay que señalar que fue un año, el ‘93, que también afianzó una nueva manera de contabilizar precios, pues para un mejor manejo de cifras que ya hacían imposible su uso en calculadoras, se les quitó un cero al peso. Es decir, si algo costaba 100 pesos, ahora el precio era de 10 monedas. La cantidad en números era menor, pero tenía el mismo valor de antes.
Mc Cartney vs Bad Bunny
Los boletos de Mc Cartney fueron los más costosos, oscilando entre los 400 nuevos pesos (denominación usada en aquél momento) y los 80, es decir entre los 3 mil 753 y 750 pesos actuales.
El precio máximo del autor de «Yesterday» está por debajo del registrado por Bad Bunny en taquilla, pues para ver al boricua se tuvieron que desembolsar entre los 8 mil 450 pesos para verlo lo más cerca posible.
Eso sí, el «Conejo Malo» ofreció entradas más económicas que el inglés, pues los tuvo en 504 pesos, es decir, casi 200 pesos menos.
Pero aun así, el precio más bajo de Bad Bunny estuvo por encima del ofrecido para el concierto de Jackson, para quien los boletos más baratos se colocaron en los 375 pesos actuales.
Si alguien quería ver a Jackson de cerca, tenía que pagar 3 mil 519 pesos modernos, mientras que para Madonna, poco más de 2 mil 700.
La llamada «Reina del Pop», que cantó para 150 mil personas sumadas en sus tres presentaciones, también colocó sus entradas más baratas en 750 pesos de ahora.
Para los tres conciertos del 93, la compañía Ticketmaster fue la encargada de colocar los boletos a la venta. Dos años antes, la empresa estadounidense había firmado un convenio de colaboración con la naciente OCESA.
Ticketmaster rápidamente se apoderó del mercado que, durante los 80, había sostenido Boletrónico, a donde la gente podía acudir a comprar sus entradas sin tener que ir a la sede del evento.