CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 10 (EL UNIVERSAL).-
A dos escalones de la gloria quedó Francia tras derribar a una voluntariosa Inglaterra, en un duelo tan intenso como igualado que se resolvió con dos fogonazos de Aurelien Tchoaméni y Olivier Giroud, servidos por Antoine Griezmann, y unas cuantas atajadas de Hugo Lloris que doblegaron la resistencia dirigida por Harry Kane, que marcó un gol y falló un penalti.
Francia se medirá en semifinales a Marruecos para buscar su segunda final consecutiva tras otra demostración de realismo de la campeona, que sin hacer un gran partido demostró una voluntad férrea por aferrarse a conseguir lo que nadie logra desde los años 30: repetir título mundial.