Las gasolinas y el diésel arrancaron 2023 con un precio de 6 y hasta 8% más caras que a principios del 2022, y conforme avance el año el costo al público podría llegar a rondar los 30 pesos el litro, esto en caso de que se elimine el subsidio que aplica el Gobierno Federal a las importadoras que traen el mayor volumen de combustibles del exterior, advierten empresarios del ramo.
“Se inició el año con la aplicación de un ajuste al alza que hizo que, por ejemplo, en el caso de la gasolina verde o regular el litro se esté comercializando entre 1.20 y hasta 2 pesos más cara que en enero del año anterior, ocurriendo lo mismo en el caso de la Premium que se vendió a principios del 2022 en casi 23 pesos y ahora la más barata está arriba de los 24 pesos, mientras que donde más se disparó el precio es en el caso del diésel”, expusieron los gasolineros en relación a cómo abrieron este 2023 los precios de los refinados del petróleo.
En ese marco y luego de señalar que lo del litro de gasolina en 10 pesos resultó una auténtica “tomada de pelo por el presidente Andrés Manuel López Obrador”, los gasolineros indicaron que “a como están las cosas”, en el peor de los escenarios la gasolina regular (verde o Magna), la Premium (roja) e inclusive el diésel podrían alcanzar en el transcurso de este año precios catastróficos de entre 28 y 30 pesos por litro.
“Si se elimina el subsidio al llamado impuesto especial a las gasolinas, los precios de los combustibles se dispararán prácticamente en automático, pues de un tiempo a la fecha se está destinando por parte del Gobierno Federal una suma económica muy importante para contener de alguna manera el precio real de la gasolina, lo que definitivamente impactaría en la economía no sólo de los automovilistas sino también en la de los empresarios gasolineros al bajar sus ventas y en la de la población en general por los efectos inflacionarios que provoca la gasolina cara”, explicaron gasolineros.
Por efecto del referido subsidio el precio de los refinados del petróleo están muy por debajo de su costo real, estimándose que de no ser por esa política se tendrían que estar pagando de 5 a 7 pesos más de acuerdo al tipo y calidad de las gasolinas, de manera que si se elimina ese apoyo a los importadores y comercializadores el litro de las gasolinas se dispararía de manera significativa y estaría rondando los 30 pesos, por lo que “ojalá que el Gobierno Federal no elimine el subsidio, porque entonces sí nos iría muy mal a todos”, advirtieron con preocupación los gasolineros.