CIUDAD DE MÉXICO, enero 13 (EL UNIVERSAL).- Casi a diario, algunos mexicanos hacen gastos para satisfacer sus antojos o darse un gusto, ya sea un café, un refresco o una botana.
A ese desembolso de dinero se le conoce como «gastos hormiga» y representan un promedio diario de entre 70 y 133 pesos, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Solo si se consideran las salidas de dinero diarias para pagar un café, goma de mascar, pan, frituras, refresco y torta, la cuenta puede sumar 70.7 pesos diarios o hasta 133 pesos, dependiendo de dónde se compra cada producto, indicó.
La Profeco dijo que este «gasto hormiga» se puede traducir en un gasto mensual de entre mil 414 pesos y 2 mil 670 pesos.
¿Qué dicen los especialistas?
La especialista en finanzas personales y académica de la Escuela Bancaria Comercial, Mónica Mimbrera; el contador certificado y socio de Chávez Lerín, Óscar Moreno, y la integrante de la Comisión Técnica de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México, Laura Becerra Rodríguez, coincidieron en que las personas deben planear sus finanzas, es decir, considerar que los gastos no pueden ser mayores que los ingresos fijos que se tienen.
Mimbrera planteó que se debe considerar que en la mayoría de las ocasiones los ingresos son fijos, que tenemos egresos al mes, así como créditos, siendo los de corto plazo los que conviene liquidar.
Añadió que lo recomendable es que al iniciar el año se cubran las deudas y considerar que el 30% del ingreso que se tiene se puede destinar a préstamos, tomando en cuenta que algunos son a corto, mediano o largo plazo.
Se debe «pensar que uno de los propósitos debe ser manejar de manera prudente e inteligente nuestras deudas» e identificar el tipo de gasto que hacemos, comentó la especialista.
Por ejemplo, dijo, hay compras que se hacen porque son inversiones, como adquirir una casa lo que eleva la calidad de vida de las familias, pero también hay otras como comprar un perfume a meses sin intereses, que nos va a «apretar el bolsillo cada mes».
Por su parte, Becerra Rodríguez afirmó que los gastos deben tener una relación con la capacidad de ingresos, además de que debe evaluarse si las salidas de dinero son «necesarias» o no, por ejemplo, no es lo mismo comprar una computadora que sirve para el trabajo, que un objeto que es para darse un gusto.
Agregó que lo más recomendable es que de los ingresos el 50% se destine para gastos generales, 20% para ahorro y 30% para gustos, ropa y diversión. Indicó que, por ello, si una persona necesita un auto debe evaluar realmente cuál puede comprar de acuerdo a sus ingresos.
Óscar Moreno dijo que en ocasiones «somos desordenados, porque pocas familias tienen un presupuesto estructurado, que considere tanto en entrada de efectivo como en las salidas que debemos de hacer al mes».
Sin un presupuesto y finanzas estructuradas, dijo, que nos centre en cómo gastar basado en los ingresos que se tienen.
«En diciembre caemos en la gula financiera en la que empezamos a gastar de manera descontrolada y gastamos en lo que no necesitamos y … llegamos a enero con remanentes que debiéramos de tener fuera de nuestros bolsillos», agregó.