CIUDAD DE MÉXICO, enero 26 (EL UNIVERSAL).- Una de las mayores estrellas de la televisión en la década de los años setenta y ochenta fue sin duda, Lucía Méndez.
Su trayectoria en cine, televisión, teatro y música la han convertido en una de las divas más conocidas y también, más polémicas, como se pudo apreciar en su más participación en el reality «Siempre reinas».
Sin embargo, su trayectoria incluye trabajos exitosos que marcaron una época. Su carrera comenzó en 1972 cuando se convirtió en El rostro de «El Heraldo de México». Su belleza y simpatía le fueron suficientes para que los productores de televisión y cine se fijaran en ella y comenzara su carrera en el medio artístico.
En el mismo año participó en la telenovela «Muchacha italiana viene a casarse», protagonizada por Angélica María y Ricardo Blume; posteriormente llegaron más trabajos para la televisión.
Hay dos grandes telenovelas con las cuales recordamos a Lucía Méndez: «Colorina» de 1980 y «El extraño retorno de Diana Salazar» (1988). Ambas disruptivas por la temática que abordan; de la primera, la protagonista es una prostituta que se ve envuelta en las intrigas de una mujer que vive obsesionada con perpetrar su apellido a costa de lo que sea.
«Fernanda Robles» fue el nombre de la protagonista de «Colorina» y fue tanta su influencia en la sociedad que muchas mujeres nacidas a principios de los años ochenta se llaman Fernanda, en homenaje a la protagonista de esta telenovela.
El otro caso fue «El extraño retorno de Diana Salazar», una mujer que reencarna para resarcir las injusticias que vivió tres siglos antes, cuando fue acusada de hereje y quemada viva en una hoguera.
Quizá esa fue la etapa cúspide de Lucía Méndez como reina de las telenovelas, título que compartió con Verónica Castro, de quien siempre se dijo, mantenían una rivalidad.
La música fue la otra gran mina de oro de la originaria de León, Guanajuato. Canciones como «Corazón de piedra», «Mi amor, amor», «Enamorada», «Don corazón» y «Un alma en pena» (de la telenovela de Diana Salazar) llegaron a los primeros lugares de popularidad y así se convirtió en una de las cantantes femeninas que cosecharon éxitos en la radio.
Si bien el cine no fue tan explorado por «La Méndez», es recordada por sus papeles en las películas «Los renglones torcidos de Dios» (1983), «Los hijos de Sánchez» (1979), junto a Anthony Queen, y «Más negro que la noche» (1975), junto a Claudia Islas, Susana Dosamantes y Helena Rojo.
Nacida el 26 de enero de 1955, Lucía Méndez es una referencia de la cultura televisiva y musical de las últimas décadas del siglo pasado, y aún trabaja por seguir vigente en el gusto del público que siempre la recordará por su música y sus telenovelas.