CIUDAD DE MÉXICO, enero 27 (EL UNIVERSAL).- Con puntualidad, las luces del Auditorio Nacional comenzaron a apagarse, anunciando la salida del grupo de la noche, OV7, por su parte los fanáticos portaban en la cabeza diademas de luces led, que pese a la oscuridad iluminaban el recinto, como si de estrellas se tratase.
Vestidos en plata y negro, aludiendo a una armadura, y con sombras de maquillaje en los párpados, se presentaron los integrantes del grupo pop, que en algún momento se llamase Onda Vaselina.
Lidia, Óscar, Kalimba, M’balia, y Ari Borovoy comenzaron con temas intensos que, gracias al sonido del Auditorio y su acústica, hizo retumbar los asientos, la experiencia comenzaba.
«Gracias, muchas gracias por estar aquí el día de hoy, les aseguro que están siendo parte de la celebración más importante de OV7», dijo Ari Borovoy con el micrófono después de tres canciones, en las cuales todos los asistentes bailaron.
Bastaba una pequeña intervención de Kalimba o Ari, para que el público enloqueciera con un grito, y después de lucir las armaduras el grupo cambió de vestuario.
En cada intermedio donde la banda se encontraba en camerino, uno de los miembros interactuaba con la gente, pero cuando a ninguno le era posible, la voz de Billy el Guapo, una figura animada, se proyectaba en la pantalla, motivando a la gente a bailar, y corear al unísono «¡OV7!, ¡OV7!».
Con los trajes blancos, lucieron los siete miembros en la tarima de baile dispuesta al frente del escenario, detrás de ellos pantallas cuadradas que cambiaban de color al ritmo de cada tema los acompañaba.
«No es obsesión», y «Love Colada» provocaron la euforia en las 10 mil personas que se dieron cita, desde la butaca más próxima al escenario, hasta la que permite tocar el techo del recinto, nadie se quedó en su asiento, salvo algunas baladas interpretadas durante el show, que eran aprovechadas para descansar.
«¡Cómo están Auditorio!», gritó Kalimba, «Así tenía que ser, con los siete aquí en el escenario para seguir celebrando juntos», expresó el cantante.
Cuando interpretaron «Quédate otra vez», Ari Borovoy y Lidia Ávila expresaron el amor que se tienen interpretando el tema.
«Quiero que venga mi amiga Lidia que está aquí con nosotros pese a estar pasando un mal momento», expresó Ari dada la pérdida reciente de Lidia, su maquillista Jonathan Lule.
Baile y convivencia al final de show
Cerca del final, los temas de Onda Vaselina comenzaron a sonar «Mírame a los ojos», «Calendario de amor», y «Más que amor», fueron todas acompañadas por los asistentes, que sabían de memoria las coreografías de la agrupación.
Antes de finalizar decidieron subir a tres personas de entre el público al escenario, con quienes bailaron, cantaron y agradecieron el final de la noche, entre ellos una persona que recientemente había superado el cáncer.
Así, con emotividad y entrega OV7 finalizó una fecha más en el Auditorio Nacional como parte de su celebración por 30 años de carrera musical.