Como es tradición año con año, el 2 de febrero, Día de la Candelaria, se celebra comiendo tamales acompañados de un rico atole de sabor champurrado o avena. Esta costumbre viene de la partida de la Rosca de Reyes del 6 de enero. A quienes fueron afortunados en ganar un muñeco les toca pagar los tamales y cooperarse para regalarles este gusto tradicional mexicano a quienes no corrieron con la misma suerte de salir premiados. Sin embargo, desde ayer primero de febrero los pedidos fueron solicitados al por mayor. Pero como es costumbre, cada 2 de febrero el precio sube. De costar en promedio diez pesos, ahora se venden hasta en quince pesos la pieza, y en algunos lugares el precio normal es hasta de 25 pesos. Para los comerciantes, el precio de los insumos subió en el 2022 y hoy no se encarecen mucho, dicen los comerciantes, “sí subió en el 2022, el paquete de hojas de tamal subió a 20 pesos y tuvimos que subirle el precio, y ahorita sí tengo pedidos de 80 y 100 tamales para este día”, indicó Aurora, comerciante desde hace más de 15 años.
Como es costumbre, hay de muchos sabores, “rojo, verde, mole, molcajete, rajas, y algunos rara vez prefieren de dulce”, dijo Aurora. Esta tradición está apegada a la religión, porque este día se representa en el pasaje bíblico. Dentro de la religión católica se celebra la purificación de la Virgen María después del nacimiento del Niño Dios, quien lo llevó a la iglesia para hacer este ritual justo 40 días después del parto, es decir, el 2 de febrero.
Centenares de fieles cargan con su niño Dios vestido de blanco para llevarlo a las iglesias y recibir la bendición. En algunos casos los niños son vestidos de la imagen de algunos santos devotos, o son vestidos de blanco su primera vez, según la tradición. Muchos este Día de la Candelaria lo disfrutan como un festín en el trabajo, la oficina, el hogar y hasta con los amigos. Sin embargo, los más beneficiados siempre han sido los dedicados a hacer tamales, porque aparte de ser un antojito, es un alimento muy solicitado por los mexicanos.
Estos festejos se fusionaron en uno relacionado con el fuego: las candelas o velas de la Virgen de la Candelaria y el nacimiento del Sol de los indígenas, que además coincide con el inicio de temporada de siembra.
¿Pero por qué comer tamales? Los aztecas realizaban diversos rituales en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, con productos elaborados con maíz como ofrenda para los dioses. Durante la conquista de México por los españoles los frailes se dieron a la tarea de evangelizar, por lo que se mezclaron las tradiciones prehispánicas y católicas de la Candelaria dando paso a ritos con características únicas como las que se dan durante el Día de la Candelaria y los tamales como parte de las festividades.