CIUDAD DE MÉXICO, febrero 11 (EL UNIVERSAL).-
La ayuda internacional llega lentamente el sábado a las zonas siniestradas de Turquía y Siria, donde los socorristas continúan encontrando sobrevivientes que lograron resistir milagrosamente entre los escombros tras el terremoto que ha dejado más de 25 mil muertos, mientras más de 100 contratistas han sido detenidos.
De acuerdo con el The New York Times, esas personas fueron arrestadas en las 10 provincias afectadas por el terremoto; se nombraron fiscales para presentar cargos penales contra todos los «constructores y los responsables» del derrumbe de edificios que no cumplieron con los códigos existentes, que se establecieron después de un desastre similar en 1999.
En toda la zona de la tragedia, los residentes expresaron su indignación, por lo que dijeron eran empresarios corruptos que tomaron atajos para aumentar sus ganancias y la concesión de «amnistías» por parte del gobierno a los constructores que realizaron complejos de apartamentos que no cumplieron con los nuevos códigos.
Dos constructores de un edificio derrumbado de 14 pisos en Adana, que supuestamente huyeron de Turquía inmediatamente después del terremoto, fueron detenidos en el norte de Chipre, reportó el Times.
El presidente Recep Tayyip Erdogan reconoció que la respuesta oficial ha sido lenta, pero dijo que el país no estaba preparado para un terremoto de esta magnitud.
No se aplicaron los códigos de construcción, acusan
Si bien Turquía tiene códigos de construcción establecidos después del terremoto de 1999, los residentes dijeron que a menudo no se aplicaron porque los contratistas pueden ganar más dinero cuando toman atajos: mezclando el concreto y usando barras de metal más baratas para reforzar los pilares, entre otras cosas, indicó el Times.
Según un recuento oficial, más de 12 mil edificios quedaron destruidos o dañados por el terremoto en Turquía, donde murieron más de 25 mil personas.
Teniendo en cuenta la intensidad del sismo (7.8), «podíamos temer daños, pero no esto que observamos hoy», indica a la AFP el ingeniero sísmico Mustafa Erdik, presidente de la Fundación de Terremotos de Turquía.
«Aquí observamos un colapso con plantas que se apilan unas sobre las otras», dejando pocas opciones de sobrevivir a los ocupantes.
La promesa el viernes de Erdogan de «reconstruir durante el año las viviendas destruidas» por el sismo augura que el frenesí inmobiliario va a continuar.