CIUDAD DE MÉXICO, febrero 23 (EL UNIVERSAL).- El actor mexicano Pablo Lyle, condenado a cinco años de cárcel en Estados Unidos por homicidio involuntario a causa de la muerte de un hombre con el que peleó en una calle de Miami, fue trasladado de centro penitenciario, antes de decidir cuál será el lugar definitivo donde cumplirá su sentencia.
Las autoridades penitenciarias de Florida informaron del traslado de Lyle al South Florida Reception Center, en el condado de Miami-Dade, donde estará de cinco a siete semanas y será entrevistado por psicólogos y médicos, para determinar a qué cárcel de Florida será llevado para cumplir su sentencia, impuesta el pasado 3 de febrero.
Evaluarán el grado de peligrosidad de Pablo para determinar la prisión estatal a la que será enviado; hasta mil 100 personas pueden estar recluidas en este centro transitorio, en el que Lyle podría iniciar ciertas actividades como ayuda en la Iglesia, estudios de leyes en la biblioteca, familia, reinserción en la comunidad, carpintería y hasta construcción.
Los medios de Miami publicaron este jueves la foto que le hicieron a Lyle a su llegada al South Florida Reception Center en la que se le ve con la cabeza rapada y vistiendo un uniforme de color gris.
Tentativamente, saldría de prisión en septiembre de 2027, tomando en cuenta que es muy probable que le rebajen 60 meses, es decir, el 15% de su condena, según explicó un abogado al programa «El Gordo y la flaca», quien puntualizó que incluso podría ser menos tiempo si Pablo se suma a más responsabilidades y no sólo tiene buen comportamiento.
Las visitas son permitidas, se realizan sábados y domingos y pueden ir niños; según el reglamento, los adultos deben cumplir ciertos lineamientos en su vestimenta y no pueden llevarle nada a los reclusos, sólo pueden comprar máquinas que se encuentran ahí.
Sigue pendiente una apelación y un juicio civil.
El actor fue sentenciado a cinco años de prisión y ocho de libertad condicional por la muerte en 2019 del cubano Juan Ricardo Hernández, al que propinó un puñetazo tras una discusión ocurrida en una intersección en esta ciudad del sur de Florida.
Luego de que en octubre pasado un jurado lo hallara culpable de homicidio involuntario la Fiscalía solicitaba la pena máxima en este caso, que eran 15 años de cárcel, mientras que la defensa pedía año y medio de prisión en vista de que Lyle no tenía antecedentes criminales y de que Hernández había sido el que inició la discusión.
La agresión se produjo en un semáforo en rojo y durante una riña por una infracción de tráfico durante la cual el actor de la telenovela «Mi adorable maldición» salió del automóvil y golpeó a Hernández mientras éste volvía a su auto tras haber gritado a los ocupantes.
Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana muestran a Lyle correr hacia el hombre, quien, al ver al mexicano acercarse, intenta protegerse sin éxito y tras recibir un puñetazo se desploma al instante. Cuatro días después, falleció en un hospital de Miami.
«Esto es un triste ejemplo de algo que fue muy lejos. Creo que si Lyle tuviera una segunda oportunidad no tomaría esas acciones por las que ahora debe asumir la responsabilidad», dijo durante la audiencia de sentencia la jueza de circuito Marisa Tinkler Méndez, quien afirmó que el señor Hernández «no mereció morir por lo que ocurrió ese día».
«Es la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida, de todo corazón lo siento mucho», dijo el actor, visiblemente emocionado, a los familiares de la víctima presentes en la sala momentos antes de que se diera a conocer la sentencia, en la que fue la primera vez que se manifestó desde que ocurrió el hecho.