CIUDAD DE MÉXICO, marzo 2 (EL UNIVERSAL).-
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, exigió a Estados Unidos «respeto a los procesos legislativos» y «a la soberanía» de México, en medio de los desencuentros tras las protestas del domingo en favor del Instituto Nacional Electoral (INE).
Ebrard se reunió este jueves con su par estadounidense, Antony Blinken, en el marco de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20, que se realiza en Nueva Delhi.
«Con Antony Blinken, México siempre ha sido respetuoso de los procesos legislativos en Estados unidos y demanda el mismo respeto para con los nuestros», tuiteó el canciller mexicano.
Añadió que «es un asunto esencial el respeto mutuo a nuestras soberanías». Según dijo, abordó también con Blinken «la lucha contra el fentanilo y otros temas».
Blinken fue el primero en abordar su encuentro con Ebrard. En la misma red social, dijo haber debatido con el mexicano «sobre los progresos realizados en la consecución de los objetivos de nuestro Diálogo Económico de Alto Nivel, la cooperación en la lucha contra el fentanilo».
Subrayó que habló con el mexicano sobre «la importancia de las instituciones para una democracia fuerte y la posibilidad de poner en marcha una línea de trabajo del G20 contra los estupefacientes».
El encuentro se dio en medio del enojo que expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador por las declaraciones de funcionarios del Departamento de Estado tras las protestas contra el llamado Plan B, avalado por el Congreso y publicado ya en el Diario Oficial de la Federación, que entre otras cosas reduce el presupuesto del INE.
López Obrador calificó de «injerencia» las declaraciones y el comunicado de Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, y aseguró que en México «hay más democracia» que en Estados Unidos.
Price dijo el lunes que Estados Unidos «respeta la soberanía de México (…) un socio igualitario», pero agregó que, para Estados Unidos, «un sistema electoral independiente, bien dotado de recursos, y el respeto de la independencia judicial respaldan una democracia saludable en todo el mundo y, por supuesto, también en México». Insistió en que «instituciones independientes libres de influencia política constituyen una piedra angular de la democracia en todo el mundo».
López Obrador respondió que «en vez de estarse metiendo, actuando de manera injerencista en nuestros asuntos, si quieren seguir con la misma política, pues que se ocupen de lo que está pasando en Perú», y denunció el supuesto apoyo de Washington a «los golpistas que pisotearon las libertades y la democracia en ese país».