En una encuesta realizada por parte de HIDROCÁLIDO a usuarias del transporte público, coincidieron en que el servicio sí ha mejorado un poco en cuanto al trato de los choferes de las unidades hacia los usuarios, pero los camiones YOVOY, a pesar de tener los asientos más cómodos y amplios, no son tan funcionales y seguros.
En cuanto los choferes de las unidades, ya son un poco más amables, dan la bienvenida y los buenos días, y a veces hasta le dicen a la gente que les vaya bien cuando se bajan.
Una de las usuarias señaló que prefiere utilizar los camiones viejitos con los asientos acomodados uno tras otro, puesto que aun y cuando los de YOVOY son más cómodos y amplios, el que tengan los asientos acomodados en hilera “no me parecen nada seguros, no hay de dónde sujetarse y es más peligroso para los niños y personas mayores que no tienen de dónde detenerse, y yo a veces sufro… me ha tocado ve gente caerse”.
Otra de las usuarias relató que le ha tocado ver caerse a usuarios del transporte público del YOVOY, por ejemplo, contó cuando un señor de la tercera edad quedó completamente tendido en el piso, así como cuando una señora se cayó con su niña, quedando encima de la menor.
Continuó contando que ha visto otras tantas caídas y golpes, “yo misma me raspé, porque parece ser que a los choferes les encanta ir frenando y los asientos son resbalosos y no hay dónde detenernos”.
Otra queja que hicieron las usuarias entrevistadas es que a los choferes luego les da por cambiar la ruta, mientras que los pasajeros tienen que esperar en la parada del camión por horas, y otra situación es cuando los conductores del transporte público le dan acceso a vendedores que hacer sentir mal a la gente que no les da dinero o no les compra, y “a los payasos que tienen puros chistes machistas…”, agregando que pese a lo anterior, “luego quieren subir sus precios”.