CIUDAD DE MÉXICO, marzo 14 (EL UNIVERSAL).-
La saxofonista María Elena Ríos, sobreviviente de un ataque con ácido, dio a conocer que su agresor Juan Antonio Vera Carrizal continuará su proceso en prisión luego de que una magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca revirtiera la resolución del juez que le otorgó arresto domiciliario al exdiputado local del PRI.
A través de un video en su cuenta de Twitter, Ríos Ortiz felicitó por su «profesionalismo y estricto apego a la ley» a la magistrada María de Los Ángeles por aplicar la ley con perspectiva de género.
Además, solicitó a Ponciano Velasco Velasco, juez décimo de Distrito del Estado, evitar admitir amparos infundados, revictimizantes y dilatorios. «Que actúe con derecho, sino que renuncie», sentenció.
Lo anterior luego de que dicho juez aceptara más de 10 amparos a la defensa de Juan Antonio Vera Carrizal, presunto responsable intelectual del ataque con ácido del 9 de septiembre de 2019, en Huajuapan de León.
«No se justificó la excarcelación autorizada por el juez corrupto del Distrito de Huajuapan de León, Teódulo Pacheco Pacheco, hacia Juan Antonio Vera Carrizal, la resolución se pudo revertir y mi agresor continuará llevando a cabo su proceso en prisión», explicó.
La saxofonista también expresó que ahora que su agresor no logró su cometido, teme más por su vida y la de su familia, la de su abogada e incluso la seguridad de la ministerio público, quien señaló también ha actuado con legalidad.
Pide a «AMLO que no la deje sola»
Por lo anterior, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que no la deje sola, solicitud que extendió a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; al fiscal de Oaxaca, Bernardo Rodríguez, y al gobernador Salomón Jara, a quien señaló que ser indiferente y ausente a sus solicitudes de ayuda.
También agradeció a sus seguidores por acompañarla en toda esta lucha que, dijo, desafortunadamente no ha terminado ya que «solamente se ganó una batalla y el proceso legal aun es muy grande».
«Gracias por tu apoyo, gracias por oír, por tu compañía y gracias por creer».
Por último, hizo un llamado a las mujeres para que no permitan que el miedo las doblegue.
«Compañera, sí se puede, no permitamos que el miedo nos doblegue tenemos que transformarlo., transformarlo en fuerza, en fortaleza, en grito y en un llanto que permita que nuestras lagrimas florezcan en nuestras causas justas y legítimas», concluyó.