CIUDAD DE MÉXICO, marzo 17 (EL UNIVERSAL).- Rauw Alejandro no tomó con calma un momento intenso que ocurrió durante uno de sus conciertos en Boston, pues uno de los asistentes le lanzó un celular que le golpeó la cabeza.
El músico puertorriqueño estaba cantando y bailando cuando un celular es lanzado hacia el escenario y alcanza a golpear la cabeza del cantante, quien al percatarse busca el objeto que cayó en el suelo.
Cuando lo localiza, lo lanza con fuerza hacia la gente, lo que causa gritos en el recinto; en los videos que circulan en redes, cibernautas recordaron cuando Bad Bunny también aventó el celular de una fan que intentó grabarlo mientras él caminaba.
La reacción de Rauw Alejandro ha sido aplaudida y también criticada, sin embargo, el novio de Rosalía mostró que ese golpe tuvo consecuencias.
A través de sus redes sociales, Rauw Alejandro les pidió a sus fans que tuvieran calma en los shows y que no lanzaran objetos, pues podrían ocasionar un accidente.
«¿Cuál es la razón de estar tirando cosas al escenario? Está todo el cuerpo de baile y yo con toda la buena energía para darles el mejor show. Pueden causar un accidente feo. Pido más calma para todos los fans y más consideración», se lee.
El cantante bromeó al decir que lo único que se permite ser lanzado al escenario es lencería de sus fans.
«En fin, lo único permitido son panties y brasieres», sentenció.
Muchos de sus fans le sugirieron proceder legalmente, pues pudo ser peor; Alejandro mostró el golpe en la cabeza que le provocó el celular.
«¡Acción legal! Un mal golpe en la cabeza puede ser morral. Rauw. Por favor levanta cargos a quien te hizo eso». «Mi pregunta es por qué tiran celulares tan caros que cuestan y ya no los recuperan, fuera yo ni de loca lo hago con esfuerzo se compran las cosas no entiendo a la gente que hace eso prefiero grabarlo y subir videos que estuve en su concierto». «Se le metió un poquito el conejo malo». «Está mal lo que le hicieron al artista, pero también él pudo provocar un accidente tirando el celular de la forma como lo tiró…debió de medirse», se lee.