CIUDAD DE MÉXICO, marzo 24 (EL UNIVERSAL).- El presidente Andrés Manuel López Obrador refirió que le pidieron que retirara a la Guardia Nacional y al Ejército de Chihuahua para que entregaran los cuerpos de los jesuitas asesinados el año pasado en Chihuahua.
«Desde el primer momento actuamos, fue la Guardia Nacional, fueron elementos de la Defensa, se inició la búsqueda, nos mandaron a decir que si salía el Ejército iban a entregar los cuerpos y dijimos no», refirió.
Durante su conferencia de prensa, se le cuestionó si la solicitud había sido hecha por el gobierno de Chihuahua o la Fiscalía de Justicia estatal, y respondió que eso lo deben investigar los medios de comunicación.
«Lo ajusticiaron, también, no sabemos, pensando que con eso ya se iba a terminar la búsqueda e iban ya a salir los elementos que están ahí desde el primer día, que le digo a la gente de la Sierra, que va a seguir la protección, el tiempo que sea (necesario)», dijo.
Refirió que los grupos de delincuencia organizada que operan en Creel y Urique, Chihuahua, actúan en complicidad con las autoridades, y por ello hay impunidad sobre sus acciones.
«Fue muy lamentable lo que sucedió, esto se originó porque hubo complicidades, porque hubo tolerancia de autoridades locales para con estos grupos que actuaban ahí, en Creel y en Urique, con completa impunidad», expuso.
Señaló que los cuerpos de los padres jesuitas fueron entregados, pero no se retiró a los elementos de las Fuerzas Armadas, y ya habían detenido a algunos integrantes de esa célula criminal.
«Y de repente ya se había buscado y no estaban los cuerpos, y de repente aparecieron los cuerpos, donde ya se había buscado, o sea que cambiaron de parecer, porque la propuesta es, ya entregamos los cuerpos y ya váyanse, y dijimos no. Antes de encontrar a esta persona asesinada ya se había llevado a cabo la detención de un número importante de integrantes de su grupo», dijo.