CIUDAD DE MÉXICO, marzo 26 (EL UNIVERSAL).- En medio del señalamiento de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, quien afirmó que el narcotráfico controla partes del territorio mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que hay fabricantes de armas estadounidenses que apoyan en sus campañas a legisladores para evitar que haya control de armas en ese país, pero es en México «quienes ponemos los muertos».
En entrevista ayer sábado en Chetumal, Quintana Roo, López Obrador señaló que también hay legisladores de la Unión Americana que protegen a agricultores y a empresas como Monsanto, que están presionando a que México permita la entrada de maíz transgénico, algo que su gobierno rechaza porque, indicó, tiene que cuidar que no entre, pues no se conocen los efectos que tenga su consumo.
«Los que quieren que compremos maíz transgénico, ahí tienen los agricultores y Monsanto, tienen diputados, tienen senadores que los protegen, pero nosotros tenemos que cuidar que no entre maíz transgénico, si el maíz es originario de México, tenemos 60 variedades nativas. ¿Cómo vamos a utilizar el maíz para la tortilla si no sabemos qué efectos secundarios tiene ese maíz? «O lo peor, quienes producen las armas en Estados Unidos también apoyan para sus campañas a senadores y no quieren control de las armas, y nosotros ponemos los muertos. Exactamente, eso es todo», declaró.
El Mandatario federal descartó que su gobierno vaya a pelear con la administración del presidente Joe Biden, sino que «tranquilos y muy serenos les está pidiendo que «entiendan que esto ya cambió». «Entonces sin pelearnos, tranquilos, así como somos los de Quintana Roo, los de Tabasco, de Veracruz, muy serenos pues, les estamos diciendo entiendan que esto ya cambió», dijo.
Desde agosto de 2021 el gobierno mexicano mantiene una demanda en contra de armerías de Estados Unidos, a las que acusa de negligencia en la venta de armas y que facilita el tráfico ilegal y la violencia armada en México.
México afirma que las armerías saben que «sus distribuidores venden armas militares a granel, sin restricciones, claramente destinadas a traficantes», y que, al ser conscientes, también son responsables y no pueden quedar impunes.