CIUDAD DE MÉXICO, marzo 26 (EL UNIVERSAL).- La artista mexicana, nacida en el seno de una familia republicana española que llegó a México en 1939, donde obtuvo la nacionalización a la edad de 12 años, Lucinda Urrusti, falleció el día de ayer, a los 94 años, según dieron a conocer el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y el Museo Kaluz, institución que el próximo 28 de marzo, abrirá al público la exposición «Miradas afines: Lucinda Urrusti y Sylvana Burns», que se convertirá en un homenaje póstumo.
La pintora nacida en Melilla, España en 1926, falleció ayer en la Ciudad de México. El INBAL señaló a través de su cuenta de Twitter: «Lamentamos el sensible deceso de la pintora nacionalizada mexicana Lucinda Urrusti, quien estudió en la @EsmeraldaENPEG del INBAL. Formó parte de la Generación de La Ruptura y su obra es referente en el arte contemporáneo de México. Enviamos un abrazo solidario a su familia.»
El Muero Kaluz, a través de un comunicado asegura que dentro de las nuevas reflexiones de la historia del arte, que dan visibilidad al panorama de las mujeres artistas, el nombre de Lucinda Urrusti ocupa un lugar por demás destacado. «Cabe decir, asimismo, que su fortuna crítica fue muy notable.
Trabajó diferentes registros de la figuración, destacando particularmente en una poética que incorporó formas reconocibles de la realidad visual, pero resueltas mediante técnicas y procedimientos que privilegian la materialidad de la pintura».
Lucinda Urrusti fue considerada representante de tendencias que se situaron entre la figuración y la abstracción, mismas que se afirmaron en el panorama mexicano desde mediados del siglo XX. «Su pintura apela a sensaciones y a cualidades sensibles, antes que a narrativas temáticas», señala Kaluz.
Urrusti, quien fue parte de la Generación de la Ruptura, formada por artistas mexicanos que en los años 50 y 60 buscaron alternativas diferentes a las que planteaba la Escuela Mexicana de Pintura, estudió en la Escuela de Escultura, Pintura y Grabado (La Esmeralda), donde comenzó a dibujar desnudos con Jesús Guerrero Galván. Aprendió pintura al óleo con Agustín Lazo y trabajó el fresco con Federico Cantú, hasta finalizar sus estudios, en 1950.
En 1953, Urrusti comenzó a exponer su trabajo en México y en el extranjero, en espacios como la Bienal de la Juventud en París y la Bienal Panamericana de México.
Desde entonces hasta su última gran exposición titulada «La intuición de la libertad», en 2015, realizó más de 150 exposiciones individuales y colectivas, incluida su gran exposición individual en el Palacio de Bellas Artes en 1973.
El próximo martes 28 de marzo, el Museo Kaluz abrirá al público la exposición Miradas afines: Lucinda Urrusti y Sylvana Burns, una mirada del desnudo femenino desde la perspectiva de dos mujeres artistas, de distintas generaciones, que además son abuela y nieta, y que ahora se convierte en un homenaje póstumo a la maestra Urrusti.
Varias de sus obras forman parte de la Colección Kaluz. Algunas de éstas se exhiben actualmente en la muestra «[Re] Generando… Narrativas e imaginarios. Mujeres en diálogo». Su obra nutre una de las temáticas principales de la colección: artistas del exilio español en México.
Desde 1959, el trabajo de Lucinda Urrusti ganó fama y atrajo la atención de la crítica. Enrique F. Gual y P. Fernández Márquez, escribieron favorablemente sobre su obra, que fue comparada con la de otras artistas más conocidas como Isabel Villaseñor, María Izquierdo, Cordelia Urueta y Lola Cueto, por el historiador de arte Justino Fernández.