Dos sicarios ejecutaron a balazos a un ex convicto que se negó a volver a vender drogas en el municipio de Pabellón de Arteaga y los cuales fueron perseguidos y detenidos por familiares y amigos de la víctima.
Tras la agresión, el hombre baleado fue trasladado al Hospital General de dicha cabecera, donde finalmente dejó de existir, mientras que sus atacantes eran entregados a la Policía y trasladados a la Fiscalía General del Estado para que respondan por su participación en el crimen.
Roberto Covarrubias Contreras, de 49 años de edad, fue ejecutado este viernes, alrededor de las siete de la noche, afuera de su casa en la calle Benito Juárez en la comunidad Emiliano Zapata, perteneciente a Pabellón de Arteaga.
Las identidades de sus victimarios no trascendieron públicamente, pero se dijo que aparentaban edades de entre 25 a 30 años, aproximadamente.
Roberto tenía tres años de haber salido del CERESO, donde estuvo recluido por delitos contra la salud.
La semana pasada recibió amenazas para que volviera a vender drogas, aunque él se negó debido a que ya se había retirado del narcomenudeo.
Incluso, tras recuperar su libertad se dedicó a ser ladrillero y gallero.
Este viernes se encontraba sentado afuera de su casa cuando de pronto llegaron los dos sicarios a bordo de una motocicleta, y al parecer, encapuchados.
Uno de ellos le disparó con un arma de fuego corta en repetidas ocasiones y logró impactarlo, tras de lo cual se dieron a la fuga a toda velocidad.
Familiares y amigos de Roberto fueron testigos de la agresión en su contra y decidieron ir en persecución de los agresores a bordo de una camioneta.
Trascendió que fueron alrededor de 20 personas las que decidieron arriesgar su propia vida para ir tras los sicarios.
Los ejecutores fueron perseguidos hasta un lugar conocido como los arenales de los Armendáriz, donde dispararon en contra de sus perseguidores, que tuvieron que protegerse entre unos árboles para no ser alcanzados por los proyectiles.
Cuando se les terminaron las balas a los dos sicarios, los familiares y amigos de Roberto comenzaron a lanzarles piedras hasta que lograron someterlos.
Mientras tanto, al lugar de los hechos acudieron paramédicos del ISSEA, que encontraron a Roberto todavía con vida, por lo que le brindaron los primeros auxilios y lo trasladaron a recibir atención al Hospital General de Pabellón de Arteaga, donde finalmente falleció minutos después mientras recibía atención médica.
Policías estatales y municipales pabellonenses se encargaron de resguardar el escenario de los hechos, donde quedaron regados alrededor de ocho casquillos percutidos.
Además, se encargaron de completar la detención de los dos sicarios, a quienes trasladaron a la ciudad capital bajo un fuerte operativo de seguridad y los entregaron en la Fiscalía Estatal.
El cuerpo del ejecutado fue levantado por elementos de Servicios Periciales y conducido al SEMEFO.