MONTERREY, NL., abril 20 (EL UNIVERSAL).-
Al cumplirse este viernes un año de que fue localizado el cadáver de la estudiante de Leyes, Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, señalaron sus padres Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, en un mensaje a los que están coludidos con la muerte de su hija, «estamos cerca de ustedes», y no descansarán hasta que se haga justicia.
Pues, afirmaron a través de un video, «lo que le hicieron a Debanhi y cómo nos la entregaron no fue humano y van a pagar por eso, la justicia llegará a ustedes y la suerte no les alcanzará, y entonces seguirán siendo perseguidos hasta que el mundo los conozca por sus atrocidades».
En un escrito que leyeron de forma alternada, expresaron que el feminicidio es la forma más extrema de violencia de género y que «como le pasó a nuestra hija, miles de mujeres han muerto en nuestro país sin que se haga justicia, los culpables quedan impunes y continúan agrediendo y aterrorizando a las mujeres en los trabajos, en los lugares públicos y hasta dentro de sus propias familias».
Es por eso que empatizamos con todas aquellas familias que están pasando por un duelo similar al nuestro y a ustedes queremos decirles que no se rindan, que busquen la justicia y que no se conformen con explicaciones sin sentido que les dan para callarlos por parte de las fiscalías locales, señalaron.
Agregaron que «las explicaciones sobre lo que aconteció a nuestra hija son una falta de respeto a su memoria, la manera en la que la encontramos, la agonía en sus últimos días de vida y la falta de los presuntos culpables. denota la deficiencia de las fiscalías para garantizar el derecho primordial a la justicia, así como el encubrimiento y la colaboración con los responsables del feminicidio».
Enfatizaron, «aunque nuestra causa a veces sea motivo de odio y burla hacia nuestra familia, seguiremos buscando la verdad y la justicia, porque sabemos que existe gente mala y sin sentimientos que realizan este tipo de atrocidades.
No obstante, expresaron, «nosotros sí vamos a cuidar su memoria, no permitiremos que se olvide una brutalidad como esta y cuando llegue el momento contaremos toda la verdad para que casos similares se investiguen nuevamente y ninguna víctima sea engañada por parte de las fiscalías locales».
Su causa, indicaron, busca visibilizar ante la sociedad la violencia de género «que muchas personas difunden a su audiencia intentando desesperadamente sacar la última gota de fama que le queda a su carrera», en alusión al manejo del caso por algunos comunicadores.
Asimismo, expusieron que «la cobardía hoy usa maquillaje y peluca, expresa sus deseos y presume su mentalidad misógina y represora, así como algunas personas que se escudan detrás de un micrófono con comentarios que preocupan sobre la situación por la que puede estar pasando cualquier mujer que los rodea; pero hasta que no les pasa algo similar es cuando empiezan a hacer conciencia de las situaciones» de este tipo.
Se pronunciaron por hacer conciencia en la sociedad a fin de eliminar todo tipo de violencia de género, para que las mujeres vivan de manera libre y tranquila en cualquier lugar, eliminando la mentalidad feminicida que muchas personas ejercen en sus círculos sociales, reprimiendo, sometiendo e influyendo en las decisiones de las mujeres cercanas a ellos y más aún teniendo gente que los protege.
Advirtieron: «a los que están coludidos con la muerte de nuestra hija, les decimos que estamos cerca de ustedes, lo que le hicieron a Debanhi y cómo nos la entregaron no fue humano, y van a pagar por eso, la justicia llegará a ustedes y la suerte no les alcanzará y entonces seguirán siendo perseguidos hasta que el mundo los conozca por sus atrocidades».
Señalaron que este año transcurrido desde que fue localizada sin vida su hija, «la Fiscalía local sólo le ha garantizado sus derechos a los feminicidas que cometen esta atrocidad» y han vivido un año de injusticia, de reuniones inconclusas, de burlas, de presión social, de visitas a entidades gubernamentales para empezar a trabajar, un año conociendo servidores públicos que no han encontrado la verdad y que violentan nuestros derechos como ciudadanos y víctimas indirectas».
Y recalcaron que este año sin su hija Debanhi, «también ha sido un año de persecución, cateos, entrevistas, amenazas, un año persiguiendo la justicia y encarando las burlas de lo sucedido y de las mismas autoridades fiscales locales».
En un breve recuento del caso recordaron que la desaparición se dio el nueve de abril, -horas después que salió a una fiesta con dos amigas, y siguieron trece días de martirio en la búsqueda que culminó el 21 de abril con el hallazgo del cuerpo sin vida en el motel nueva Castilla, que fue «plantado» en el sitio -una cisterna en desuso-, después de haberse realizado cuatro cateos en el inmueble.
Después por negligencia del Semefo, que en su autopsia dictaminó que Debanhi murió de forma accidental, se tuvieron que realizar dos necropsias más (una por un perito externo y otra la definitiva tras una exhumación del cuerpo, por parte del Incifo de la Ciudad de México, que determinó que Debanhi fue víctima de feminicidio.
Para los padres de Debanhi, al realizarse la exhumación, su hija salió a decir la verdad y a evidenciar el mal trabajo de la Fiscalía de Nuevo León «que quiso cerrar el caso con mentiras y engaños», mientras la necropsia del Incifo certificó una verdad legal «que todo mundo sabíamos, pero teníamos que hacerlo de manera científica, técnica y objetiva».
Además, expusieron en su mensaje que la atracción del caso por parte de la FGR, se tomó debido a que no existían garantías de justicia en la Fiscalía local.
Pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador, a Rosa Icela Rodríguez titular de la Secretaría de Seguridad, al titular de la FGR, Alejandro Gertz Madero y al gobernador Samuel García entre otras autoridades, que les ayuden a encontrar la verdad por la memoria de Debanhi, de todas las mujeres asesinadas y a las que no se les ha hecho justicia, además de todas las que salen con miedo a la calle esperando regresar con bien a su casa.
Finalmente señalaron, «desde aquí les decimos que no pararemos hasta que nuestro corazón encuentre consuelo en la justicia, porque sin lluvia no hay flores y sin justicia no hay paz». Rubricaron su mensaje con la frase: «Muertos en vida, Dolores Bazaldúa y Mario Escobar Salazar».