Hay dudas sobre el Modelo Integral de Aguas de Aguascalientes (MIAA), toda vez que si bien de forma inicial se plantea bajar tarifas, lo cierto es que al no haber un buen cálculo de los costos de la extracción del vital líquido, así como de la rehabilitación de pozos y de la red hídrica, esta situación conllevará a que en un futuro no muy lejano las tarifas disparen su costo de forma considerable, advirtió Gabriel Purón, director del CIDE, quien destacó, “se está corriendo un riesgo innecesario” al querer hacer esta transición en tan poco tiempo y con nulos recursos.
En la Mesa del Agua de INFOLÍNEA, el experto explicó que, en torno al destino del servicio de agua potable en la capital, no se está tomando en cuenta el resultado de las auditorías hechas a Veolia, mismas que arrojaran que la concesionaria hizo bien las cosas durante los 30 años que ha estado en Aguascalientes, y si bien hay cosas qué mejorar como el servicio al cliente, lo cierto es que ha hecho aquí un buen trabajo y ello ha permitido al Municipio no tener que destinar recursos para abastecer de agua potable a los domicilios, mismos que se han podido destinar a otros rubos como seguridad, obra pública, servicios públicos, entre otros.
No obstante, ahora se viene el nuevo modelo denominado MIAA, que operará el servicio de agua potable en la capital y que fungirá, más que otra cosa, como un ente recaudatorio. Con este modelo los aguascalentenses pasarán de ser usuarios a contribuyentes, por lo que ya no podrán reclamar la falta de agua como lo pueden hacer ahora con Veolia, ya que serán parte de este organismo y no clientes del mismo.
En ese tenor, destacó que hay dudas sobre este nuevo modelo, “tengo mis dudas razonables, porque a contrapropuesta del Municipio tú tienes un documento para crear un nuevo ente, esta OPD (organismo público descentralizado) que es recaudatoria, su misión es recaudar, no eres un cliente, eres un contribuyente. Entonces al principio a lo mejor subsidian un poco, eso pasó en el 96, para mitigar las voces mantenemos tarifas bajas, pero después regresan y con una tasa de inflación que nada tiene que ver con el agua, tiene que ver con los costos de extraer el líquido”.
A ello habrá que sumarle que para que el Municipio se haga cargo del servicio de agua potable se requiere una inversión mínima de 500 millones de pesos, recurso con el cual el Municipio no cuenta, pues se encuentra endeudado hasta el tope y no hay un ente financiero dispuesto a hacerle un préstamo.
Destacó que con esto “se está corriendo un riesgo innecesario”, pues “con Veolia no se ha volteado a pedir dinero y ese dinero se está usando a pavimentar calles, alumbrado público, seguridad. Permite no voltear a pedir prestado”.
Agregó que previo a pensar en crear un nuevo organismo que se encargue de operar aquí el servicio de agua potable, “tengo que generar las condiciones para tener la sostenibilidad financiera y que ese modelo funcione, no voy a hacer que todo esto lo fuerce a un punto tal sin recursos”.