CIUDAD DE MÉXICO, mayo 9 (EL UNIVERSAL).- Luego que ayer lunes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidará la primera parte del Plan B de la reforma electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que «ahí viene el Plan C» y acusó que el Poder Judicial no tiene remedio y «está podrido».
Aseguró que el Poder Judicial no tiene remedio, pues está podrido y actúa de manera facciosa para «componerle la plana» al Poder Legislativo.
«Lo del Plan B, ahí viene el C, no tiene remedio el poder judicial está podrido, están actuando de manera facciosa, imagínese componerle la plana al Poder Legislativo, es de sentido común, de juicio práctico, el poder Ejecutivo lo elige el pueblo, al Legislativo lo mismo, se elige a los diputados y senadores, el Ejecutivo y Legislativo nombra a los ministros de la Corte y esos señores que ahora forman parte del supremo poder conservador, que están dedicados a obstaculizar la transformación del país para sostener al viejo régimen, corrupción y de privilegios».
Contrario a lo señalado por los ministros de la Corte, el presidente López Obrador dijo que los legisladores no violaron los procedimientos legislativos, pero en un acto de prepotencia y autoritarismo se atreven a cancelar la ley electoral porque están al servicio de una minoría rapaz, que se dedicó saquear al país y quieren regresar por sus fueros ahora con el apoyo del Poder Judicial.
«¿Qué es lo que se tiene que hacer?, pues primero que se tenga mayoría calificada en el Congreso para que se puedan hacer reformas a la constitución, porque la mayoría simple no permite que haya reformas a la Constitución… «Para reformar la Constitución se necesitan 334, hay que ir por los 334 en la próxima elección para poder llevar a cabo reformas constitucionales, ese es el Plan C… cuando se vaya a votar se piense que sí se está en contra del clasismo, racismo y corrupción, que se piense a la hora de votar que no solo sea para el Presidente o Presidenta, parejo… porque que el Congreso es importantísimo». Advirtió que su no se fortalece al Congreso, el presidente o presidenta se queda atado, «no han podido atarme de pies y brazos, porque no me dejo ni me voy a dejar».